Una triste noticia enlutó este jueves al deporte argentino: el atleta argentino Braian Toledo falleció luego de tener un accidente con su moto en el centro de Marcos Paz, la ciudad que lo vio crecer. La historia del lanzador de jabalina que participó de dos Juegos Olímpicos y que se preparaba para el tercero, es sin dudas una historia de superación.
Braian creció junto a su mamá y su hermana en una casilla de madera sin agua corriente. Su padre los había abandonado. Rosa, su madre, trabajaba todo el día para poder darles de comer, y aún así le era muy difícil. Al hablar de Rosa, solía decir que "las mujeres tienen mucho más huevos que los hombres".
La noche que encontró llorando a su mamá porque no sabía que iba a darles de comer al día siguiente, Braian supo que no podía quedarse de brazos cruzados. Le prometió ayudarla, y vaya si cumplió. Comenzó a hacerle la tarea a sus compañeritos por 25 centavos, y también vendía sus dibujos.
De chico, como casi todos, Braian jugaba al fútbol, hasta que el entrenador Gustavo Osorio lo convenció de irse para el atletismo. Cuando descubrió la jabalina, supo que podía ser bueno, y entrenó duro hasta lograrlo. En 2009, obtuvo el tercer lugar en el Mundial de Menores de Italia, luego ganó el oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud y en 2011 obtuvo la medalla de bronce en los Panamericanos de Guadalajara.
En 2012 fue subcampeón en el Mundial Junior de Barcelona, y llegó su primer cita olímpica en Londres, la que le valío ese tatuaje de los cinco anillos en la muñeca. También participó de los Juegos de Río en 2016, donde hizo historia metiéndose en la final.
Gracias a la jabalina, Braian pudo construirle una casa a su familia con tan solo 15 años, y lo hizo con sus propias manos porque no podía pagar un albañil. "Este sueño nació para ayudar a mi familia. Cambié mi vida y la de las próximas generaciones", dijo hace algunos meses.
En abril de 2017, el atleta se mudó a Finlandia para prepararse para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 junto al entrenador Kari Ihalain, el mejor del mundo. Además, estudiaba Marketing y Publicidad Digital a distancia. Se había sometido a una intervención en junio por una lesión en su tobillo derecho, y estaba en la etapa final de la recuperación.
"Cada día, es un día ganado, un día en que hago lo que me gusta. Cada día es un día más que me acerca hacía lo que estoy buscando, que es mi mejor versión", dijo Braian meses atrás. Buscando su mejor versión, mejoraba la vida de mucha gente a la que ayudaba. "Poder aportar algo a la sociedad es muy importante", decía con convicción.