El Dakar vivió este domingo una jornada triste por la trágica muerte del motociclista portugués Paulo Gonçalves luego de un grave accidente durante la séptima etapa del rally. El primero que se topó con él fue el australiano Toby Price, que contó cómo fue el paso a paso desde que vio a su colega tirado en el suelo hasta que se lo llevó el helicóptero.
"Estaba en una gran pista rápida a todo gas. La lámpara del GPS se me apagó y vi una moto tendida en la distancia, y nunca es bueno porque era una zona de alta velocidad. Al llegar me encontré a Paulo en el suelo. Primero no sabía muy bien quién era y luego rápidamente me di cuenta de que era él. Inmediatamente vi que era algo bastante serio", contó Price en diálogo con Marca.
Dos minutos después de Price llegó el eslovaco Stefan Svitko, que también colaboró: "Intentamos que respondiese y llamamos a los helicópteros e informar al control de carrera cuanto antes".
Mientras esperaban, ambos intentaron reanimar al portugués, que estaba inconsciente y con un paro cardiorrespiratorio. "Continuamos llamando por ayuda y respondieron que el helicóptero estaba en camino. Intentamos hacer todo lo que pudimos, pero no había respuesta, pero lamentablemente no había respuesta", relató el australiano.
El helicópeto tardó ocho minutos en llegar al lugar. "Fueron los ocho minutos más largos de mi vida. Sentí que fueron como una hora", dijo Price.
El ganador del Dakar de 2016 y 2019 estuvo detenido en el lugar del accidente más de una hora, a pesar de que se está jugando ganar el rally nuevamente. "Estoy feliz de haber estado ahí tanto tiempo como pude. Me acuerdo que él se paró cuando yo me rompí la pierna en el Dakar de 2017. Era lo mínimo que podía hacer por él", indicó Price, que es consciente de que en este deporte el riesgo de accidentarse es muy alto.
Después de Price y Svitko apareció el argentino Kevin Benavides. "Vi como intentaban reanimarlo. Metían tubos y probaban cosas y lamentablemente después se acercó el piloto del helicóptero y me dijo que siguiera, que no podía hacer nada ahí. Price lloraba desconsoladamente, yo también me puse ahí a llorar, muy mal", contó el piloto de Honda.
"Estaba en shock. Hice 200 kilómetros muy mal, pensando en todo lo que había sucedido", agregó el argentino, que se enteró de que el piloto tendido en el suelo era Gonçalves hasta que llegó al repostaje.
"Me quedé tirado en el piso, me ayudaron a levantarme pero me sentía muy mal y me quedaban 70 kilómetros para el final. Lloré en cada uno de esos 70 kilómetros hasta el final porque no podía creer que era él. Aceleré solo por él, hasta el final", concluyó Benavides, que terminó ganando la etapa.