En medio de la escalada de violencia que vive Medio Oriente, Estados Unidos comenzó a enviar a soldados a la región y aumentó sus niveles de ciberseguridad ante las amenazas de Irán, que promete tomar represalias por el asesinato del comandante iraní Qasem Soleimani, ordenado por Donald Trump.
"Estamos preparándonos para todo tipo de respuestas", afirmó este domingo el secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo. Más tarde, Trump reiteró sus amenazas y avisó a través de Twitter que, si Teherán toma represalias, puede que "quizás" responda de "una manera desproporcionada".
A su vez, un alto responsable iraní amenazó con atacar Israel y reducir Tel Aviv y Haifa "a polvo" si el Gobierno estadounidense lleva a cabo sus amenazas.
Este mismo sábado, cientos de soldados estadounidenses de la 82ª división de infantería paracaidista partieron rumbo a Kuwait, desde donde Washington coordina sus operaciones a Irak y Afganistán.
Según dijo a Efe el coronel Mike Burns, el despliegue servirá como refuerzo a los entre 60.000 y 70.000 efectivos que el gobierno de Trump ya tiene desplegados en bases de la región.
Estos efectivos ya no están relacionados a la coalición internacional para luchar contra el Estado Islámico (EI), ya que anunció el sábado la suspensión de sus actividades.
El ataque contra Soleimani, considerado un héroe en el país persa, provocó un continuo intercambio de amenazas entre Washington y Teherán y al menos tres ataques a blancos estadounidenses en Irak.
Debido a esta creciente tensión, el Parlamento sesionó en Bagdad y reclamó a su Gobierno que ponga fin a la presencia de tropas extranjeras en el país.
Además, en la noche del sábado, un supuesto grupo cibernético iraní pirateó la web de una agencia federal estadounidense, el Programa de la Biblioteca de Depósito Federal. En la página se publicó un fotomontaje en el que se ve al presidente a Trump recibiendo un puñetazo en la cara y con la boca ensangrentada.