Guillermo Nielsen es el economista que lidera el equipo económico de Alberto Fernández y si bien aún no fue confirmado por el presidente electo, es quien ocuparía el cargo más caliente del nuevo gabinete: ministro de economía.
Nielsen dio una conferencia sobre la crisis de la deuda argentina en la Universidad de Miami, donde dejó definiciones sobre cómo está considerando la situación del país y qué es lo que debería hacerse para salir de la encrucijada.
Deuda
El economista dijo que Fernández pidió que tras la asunción del 10 de diciembre se inicie "rápidamente" un proceso de negociación con los acreedores privados y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para estirar los plazos de pago.
Nielsen dijo que la Argentina tiene un problema de liquidez y no de solvencia, por lo menos por cierto tiempo. Pero aclaró que si un problema de liquidez se prolonga en el tiempo puede devenir en un problema de solvencia.
"Quienes estamos asesorando al presidente electo obviamente estamos tratando de minimizar daños y parte de eso es que esto salga rápidamente. Tampoco hay que exagerar, porque hay que sentarse a hablar con mucha gente", dijo.
Y señaló que hay pendiente "un diálogo muy peculiar" con el FMI. "En fin, esto no es 'dos más dos son cuatro'. Esto es una cosa de cierta complejidad que requiere cierto tiempo", indicó.
Nielsen y su equipo están trabajando en determinar cuál es la deuda neta que hay que renegociar. Quieren establecer "un modelo de sustentabilidad lo más ajustado posible" para poder definir qué tipo de negociación y propuesta se encarará.
Déficit e impuestos
Según Nielsen, Fernández asumirá en un escenario de "muy pocas reservas y un déficit muy grande". Dijo que el Gobierno de Mauricio Macri dejará "en la tubería del gasto una expansión en pesos que es realmente significativa, que va a haber que manejar con mucha muñeca".
"No me parece que nadie desconozca la situación de altísima presión tributaria por la que atraviesa la Argentina. Es cierto también que hay una situación muy compleja en materia fiscal, de déficit que deja este gobierno. Esto es algo que requiere algún tipo de respuesta", señaló.
Confianza
Nielsen dijo que cuando se hace política económica no hay sustituto para la confianza, y ese insumo es lo más difícil de lograr. "Y es muy muy difícil de lograr. Si no hay confianza no hay nada que hacer, hay que irse", afirmó.
Rememoró que él tuvo el "privilegio" de vivir este proceso en 2002. En momentos en los que los analistas más reputados de Wall Street no entendían lo que estaba haciendo el Gobierno argentino, la gente lo entendió masivamente.
"Ojalá tengamos este don en la etapa que empieza porque la vamos a necesitar. Siempre se necesita confianza. Si uno genera confianza es mucho más fácil llegar a un resultado positivo al hacer política económica y generar crecimiento", sostuvo.
Crisis
Según dijo, la diferencia entre la crisis del 2002 y la actual es muy grande. "En el 2002 no había inercia y cultura inflacionaria. Hoy es todo lo contrario. Hoy estamos en una economía totalmente indexada o ligada al dólar. Las jubilaciones y los salarios están indexados de diferentes maneras. Y eso complica muchísimo para hacer política económica", expresó.
La otra cuestión es que en el 2002 se venía de una década de un dólar barato y eso había servido para la incorporación de maquinaria y equipo. Hoy se viene de una década recesiva, básicamente. Entonces, el stock de capital de la economía está muy deteriorado y es mucho más chico en términos relativos.
Inflación
Para enderezar la situación de la inflación "ayuda un poco" el cepo cambiario. Nielsen consideró que el costado positivo sería usar bien esa restricción para converger a tasas de interés significativamente más bajas que las actuales.
"Con esa baja de tasas se podría ayudar a una recuperación más rápida en la economía, que es muy necesario, y a la vez tener más a tiro a la inflación", consideró el economista antes estudiantes e inversores en la Universidad de Miami.
Según Nielsen, la tasa real no es algo abundante en la Argentina. Un año de tasa de interés positiva fue el año 69. Hubo algunos pocos años en la convertibilidad. "Pero ninguno con los niveles de exuberancia de estos últimos años que han destruido a todo el sector productivo", expresó.
Y sostuvo que como la tasa de interés no puede sustituir a la confianza en un plan macroeconómico, el objetivo del gobierno de Fernández será construir confianza a través de resultados de gestión.
Banco Central
Al ser consultado sobre la importancia de la independencia del Banco Central, Nielsen respondió que eso "ha sido una ficción" durante la gestión de Mauricio Macri dado que "claramente, cuando uno está en un programa con el FMI no existe un Banco Central independiente. En esto quiero ser categórico. Es toda una ficción ideológica".
Sostuvo que tiene sentido hablar de ello porque en definitiva es una cuestión de equilibrio entre la Tesorería y el Banco Central, buscando dos visiones como para que puedan neutralizar errores en la gestión monetaria y fiscal.
"Eso es realmente importante en economías que tienen cierta estabilidad y que están en tendencia de crecimiento. En situaciones en las que hay que salir de una crisis lo importante es que haya una coordinación muy buena y eficiente entre la política monetaria y fiscal. Lo importante es la eficiencia y la coordinación", afirmó.
Por Corresponsalía Buenos Aires.