El vuelo 2253 de la compañía americana Delta estuvo a punto de estrellarse cuando el avión cayó más de 8000 metros en siete minutos. Una despresurización de la cabina habría producido la terrible situación.
El avión cubría el trayecto entre Atlanta y Fort Lauderdale. Estaba a mitad de la ruta cuando cayó violentamente de 11.800 a 3000 metros de altura.
"Empezamos a caer muy fuerte y luego las máscaras de oxígeno se accionaron desde la parte superior del avión. El caos se apoderó de todos", contó el pasajero Harris DeWoskin a la cadena WFTS.
Gracias a la conexión WIFI del avión, el hombre se contactó con su novia para decirle qué estaba pasando y se despidió, pensando en lo peor. "Había mucha gente a mi alrededor que estaba hiperventilando", describió.
Tras la abrupta caída, los pilotos pudieron estabilizar la nave, que fue desviada por precaución al aeropuerto de Tampa, donde aterrizó sin problemas.