Tras varios meses desde que liberó la cepa de un virus en el país para controlar la población de conejos, las autoridades australianas informaron que se logró erradicar el 42% de los animales silvestres.
La cepa K5 del virus de la enfermedad hemorrágica del conejo, denominada científicamente RHDV1 K5, puede resistir varios meses en el medio ambiente y tiene una mortalidad del 90%. Fue esparcida por todo el territorio australiano a principios de marzo.
"Los tests de laboratorios demostraron que el 66% de todas las muestras recogidas de conejos muertos tenían la cepa K5, incluyendo muestras de Nueva Gales del Sur, Victoria, el Territorio de la Capital Australiana, Queensland, y el sur y oeste de Australia. Un 37% adicional tenía otras cepas", informaron desde el Departamento de Industrias Primarias de Nueva Gales del Sur.