La preocupación por la política ambiental del presidente derechista Jair Bolsonaro crece en Brasil. Es que el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE) contabilizó un récord de incendios en la Amazonia, con al menos 72 mil focos desde enero, de los cuales 9500 ocurrieron en la última semana.
El aumento llega al 83% frente al mismo período del 2018, y el total es el mayor desde que comenzaron los registros en el 2013. Los satélites de la NASA también han visto un aumento del 65% en los incendios en Brasil desde principios del 2019 en comparación con el mismo período en el 2018.
Mientras tanto, el jefe de Estado acusó a las organizaciones no gubernamentales de causar los incendios para "provocar al Ejecutivo" por retirarles sus fondos. "Nosotros retiramos el dinero a las ONGs, el 40 % iba para las ONG. Ya no tienen más. De modo que esas personas están sintiendo la falta de dinero", comentó al salir del Palacio de Alvorada, en Brasilia.
La cuenca del Amazonas es hogar del bosque tropical más grande del mundo y al que se considera vital para contrarrestar el calentamiento global. El pasado 9 de agosto la gobernación de Amazonas declaró el estado de "emergencia" ante los incendios forestales favorecidos por el "desmonte".
Los incendios forestales son comunes en la estación seca, pero también son provocados deliberadamente por agricultores que queman ilegalmente tierras para dedicarlas a la cría de ganado.
Las imágenes y filmaciones del fuego se están compartiendo en Twitter con el hashtag #PrayForAmazonia.
Después de la Amazonia, la región brasileña más afectada es el Pantanal (en el oeste del país), aunque también la región de San Pablo (sudeste) sufre las consecuencias de la propagación del fuego.