Dos docentes estadounidenses enviaron al mundo un mensaje de solidaridad, tolerancia y de enlace de culturas al instalar subibajas de color fucsia en medio del muro entre su país y México, este martes.
Los californianos Ronald Rael, profesor de Arquitectura en la Universidad de California en Berkeley, y Virginia San Fratello, profesora de Diseño en la Universidad de San José, diseñaron una serie de balancines para "abatir" los barrotes en la frontera. Puntualmente, se colocaron entre las barreras metálicas de ocho metros de altura en Sunland Park, en Nuevo México, Estados Unidos; y Ciudad Juárez, en México.
La idea se remonta a diez años atrás, antes de la presidencia de Donald Trump, pero fue realizada solo ahora, en plena crisis humanitaria y de "tolerancia cero" contra la inmigración. Estos tuvieron un éxito increíble: decenas de niños, pero también de adultos, empezaron a jugar a ambos lados de la frontera, riendo y divirtiéndose juntos.
Rael habló de esto como "una de las experiencias más increíbles de su carrera" y la de Virginia. "Ir al balancín sirve para demostrar que somos iguales y podemos jugar juntos, divirtiéndonos. Pero también que el muro interrumpe las relaciones entre las personas", expresó.
El objetivo, añadió, era "llevar una idea lúdica de unidad a ambas partes de la frontera divididas, y demostrar cómo las acciones que ocurren de un lado tienen consecuencias en el otro". El color tampoco fue elegido al azar, ya que el fucsia crea un fuerte contraste con el negro de la barrera. La acción representa una embestida contra las políticas de Donald Trump contra la migración, y un original guiño a la integración.
El hecho se plasmó justo luego de que el Tribunal Supremo estadounidense ha autorizado a que el presidente Trump utilice dinero público del Pentágono para construir parte del muro en la frontera con México, en su particular cruzada contra la inmigración irregular.