Un fallo judicial puso la mirada de todo el país en Mendoza. Fue después de que dos mujeres policías, que son pareja y se convirtieron en madres el pasado martes, lograran la licencia por maternidad para ambas.
La pareja llegó a la Justicia porque el Ministerio de Seguridad, en donde trabajan las dos, le daba a la madre no gestante solo 3 días de licencia, como establece el régimen laboral.
Después de presentarse en el juzgado de Ricardo Sancho, las flamantes madres lograron 135 días de licencia por maternidad para cada una. Lo que significa que ambas podrán cuidar a la pequeña Isabella, como llamaron a su bebé, durante cuatro meses y 15 días.
"Las dos se reconocen mujer y las dos son mamá. La licencia es por maternidad y la maternidad es de ambas", contó la abogada de la pareja, Carolina Jacky.
El fallo marcará un precedente en la provincia y sentará jurisprudencia para casos similares.
"Más allá de los avances legales, el verdadero cambio que posibilita la maternidad compartida es la transformación social y psicológica, la aceptación de otro tipo de familia que esté constituida desde el deseo", describe la Lic. María Villamil de la Unidad de Apoyo Emocional de IVI Buenos Aires.
Pese a que conocemos el final feliz. El camino para llegar a este fallo inédito comenzó hace nueve meses, cuando Cintia Canciani, de 31 años, quedó embarazada y, su pareja, Carina Robles, de 25, se puso a averiguar sobre su licencia por maternidad y descubrió que solo le darían tres días. Su decepción la llevó a buscar asesoramiento con la letrada Jacky.
Primero, se presentaron en el Tribunal de Familia, pero archivaron su expediente. Así que fueron por más, y durante la feria judicial, se dirigieron a un Juzgado Civil, donde el juez Ricardo Sancho falló a su favor.
"Y si avanzamos un poco más, esto también debería respetarse en parejas heterosexuales. El hombre debería tener el mismo derecho que la mujer, la misma licencia", destacó la abogada de la pareja.
En esta línea, la psicóloga Villamil, sostiene: "Las funciones de padre y madre las pueden cumplir diferentes personas, no es un tema de género sino de funciones de apego que se desarrollan al estar junto al niño o niña".
Al enterarse de la decisión del juez Sancho, Robles se mostró muy emocionada y se sorprendió porque la noticia se conoció el mismo día en que estaba prevista la cesárea de Cintia. "Nos acostamos pensando en qué días iba a pedir para acompañarla, pero durante la noche nos dieron la buena noticia. ¡Y además la nena nació bien!", reconoció la mujer.
Familias diversas
Años atrás, se discutía sobre la Ley de Matrimonio Igualitario, una base en materia legislativa que brinda un marco social para impulsar el respeto y la aceptación de las diversidades identitarias. Actualmente, en nuestro país, hombres y mujeres tienen derecho a manifestar abiertamente su identidad sexual, así como mostrarse libremente con quien cada una haya elegido como pareja. En ese sentido, es de igual importancia hacer hincapié en el derecho a formar una familia.
Por supuesto, el método natural de reproducción no es viable cuando la pareja está formada por dos personas con órganos reproductivos iguales, y es necesaria una instancia de donación o participación de una persona del sexo contrario.
En esta línea, el método ROPA, por sus siglas, Recepción de Ovocitos de la Pareja, permite a una pareja igualitaria, formada por dos mujeres que desean ser madres, optar a una maternidad compartida. El tratamiento consiste en extraer y fecundar los óvulos de una de ellas e implantar el embrión obtenido en el útero de su pareja.
"La diferencia del método ROPA frente a otros tratamientos, como la Fecundación In Vitro convencional o la Inseminación Artificial, es que se trata de una opción más atractiva porque las dos mujeres participan en todo el proceso activamente, tanto en la creación como en el nacimiento del bebé", explica el Dr. Fernando Neuspiller, Director de IVI Buenos Aires, centro especializado en reproducción asistida.
Para recurrir a esta técnica se debe realizar el tratamiento de Fecundación in Vitro (FIV), un tratamiento de alta complejidad mediante el cual se fecundan los óvulos de una de las mujeres con los espermatozoides obtenidos de la muestra de semen del donante. Finalmente, el embrión resultante se transfiere al útero de la otra mujer.