Un juez concluyó este miércoles que existen indicios suficientes de que un hombre español de 43 años es hijo biológico del cantante Julio Iglesias, quien durante años rechazó someterse a pruebas genéticas para verificarlo.
En un nuevo giro a un caso en el que los tribunales ya habían rechazado como evidencia el ADN obtenido por el demandante a través de detectives privados, el magistrado de un juzgado de Valencia, en el este de España, dice ahora que la negativa del músico a proporcionar sus muestras genéticas es razón suficiente para concluir la paternidad.
Iglesias se niega a las pruebas, escribe el juez en su decisión, pese a "haber constancia en las actuaciones de que, en la época aproximada de la concepción del demandante, existieron ciertos contactos y trato entre la madre de éste y aquel demandado".
Javier Sánchez es el hijo de María Edite Santos, una mujer que conoció a Iglesias en una fiesta exactamente nueve meses antes del nacimiento. Esto es algo que ha confirmado la propia defensa, pero negando que así se pudiese concluir la paternidad.
El encuentro, según relata el auto judicial, se produjo en el verano de 1975 en una sala de fiestas ubicada en una localidad costera de Gerona, en el norte del país. El magistrado señala que esos contactos "hacen que no sea inverosímil ni descabellada la posibilidad de haber existido relaciones sexuales entre ellos".
Otros indicios son el propio testimonio de la madre del demandante, quien aportó durante el juicio "datos muy concretos sobre la pertenencia, ubicación y distribución interior del chalet" donde Iglesias se alojaba esos días, y el "evidentísimo parecido físico" entre el cantante y el demandante.
En declaraciones a la agencia española Europa Press, el abogado de Iglesias, Fernando Falomir, lamentó la "ausencia y carencia total de prueba" que a su parecer consta en el fallo, y aunque admite que Iglesias y Santos coincidieron en la fiesta, señala que "eso no puede ser ningún indicio de que mantuvieran relaciones".
El mismo juzgado rechazó el pasado mayo una prueba de ADN obtenida con restos que un detective privado contratado por Sánchez obtuvo de un termo de agua de uno de los hijos de Iglesias en Miami. El juez dijo que la prueba era "ilícita" y "carente de cualquier relevancia y valor jurídico y probatorio".