Un hombre terminó con un grave problema de salud provocado por el uso excesivo de hisopos.
Según informó la revista especializada BMJ Case Reports, el joven sufrió una grave infección en el cerebro después de usar en reiteradas ocasiones hisopos, que casi lo lleva a la muerta. Además, presentó convulsiones.
Le descubrieron que tenía retenido en uno de sus oídos un trozo de algodón, luego de años. Los especialistas aseguran que se salvó de milagro.
La cera del oído está presente con el fin de proteger la parte sensible contra cualquier tipo de daño. También evita que la oreja se seque y previene que la suciedad y que los gérmenes ingresen en el interior, causando infecciones e irritación. Los médicos aseguran que no deben pasarse hisopos en la zona porque pueden causar lastimaduras.
Los profesionales procedieron a expulsar el producto con ayuda de anestesia. Después de ocho semanas de antibióticos intravenosos, el hombre se recuperó por completo.