La Justicia confirmó este lunes un fallo de primera instancia que benefició a una mujer de 70 años a quien su ex esposo deberá pagarle ocho millones de pesos como compensación económica por haberse dedicado a tareas del hogar.
La Cámara Civil confirmó un fallo, que cuestionó la subordinación a la que fue sometida la mujer, que durante 27 años se dedicó a las tareas del hogar.
Según el fallo publicado por eldial.com, la jueza Victoria Famá, del Juzgado Nacional en lo Civil N° 92, consideró una perspectiva de género: "La dependencia económica de las esposas frente a sus maridos es uno de los mecanismos centrales mediante los cuales se subordina a las mujeres en la sociedad".
Y agregó que en muchas familias "las mujeres todavía asumen principalmente la carga de las tareas domésticas y el cuidado de los hijos, aun cuando desempeñan alguna actividad externa".
La mujer (identificada como M. L. y actualmente de 70 años) y el hombre (identificado como D. B.) estuvieron casados entre 1982 y 2009. Si bien en un principio vivieron en Comodoro Rivadavia luego se instalaron en el barrio porteño de Palermo. Mientras el hombre trabajaba, la mujer se dedicaba a la crianza de los hijos y a las tareas domésticas.
La pareja se separó en 2009 y el divorcio se concretó en 2011. Durante ese lapso de dos años la demandante atravesó dificultades económicas mientras que el demandado "tuvo un buen pasar", agrega el fallo.
La edad de la mujer fue otro factor considerado: "Luego de 27 años de matrimonio el accionado la abandonó cumplidos sus 60 años, edad en la que las mujeres obtienen el beneficio jubilatorio", se explicó.
Con respecto a la suma económica fijada, ocho millones de pesos, Famá lo consideró un monto "razonable a fin de reequilibrar la situación económica dispar de los cónyuges, resultante del matrimonio y su ruptura".
Para calcular el monto de la indemnización que deberá pagar el hombre, se consideraron "las circunstancias personales y la situación patrimonial de las partes".
También se tuvo en cuenta que M. L. es una profesional que resignó su desarrollo para ocuparse de los quehaceres hogareños, y se detalla que el valor no sería el mismo si la persona no tuviera formación o no hubiera abandonado su empleo para cumplir esas tareas domésticas.