El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, anunció hoy que solicitará activar un proceso de quiebra para la isla caribeña, luego del fin de la moratoria que impedía a sus acreedores reclamar en los tribunales el pago de la millonaria deuda del Estado Libre Asociado de Estados Unidos.
Rosselló dijo que pedirá a la Junta de Supervisión Fiscal, establecida por el Congreso estadounidense para atender la grave crisis financiera de la isla, acogerse al Título III de la Ley para la Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (conocida por la sigla PROMESA).
Ese apartado paraliza todas las demandas judiciales y, tras la presentación de reclamaciones de acreedores y objeciones del Gobierno, deja en manos de un tribunal las decisiones sobre el pago.
El título III es asimilable a la bancarrota en la legislación estadounidense. Ayer, los principales acreedores del gobierno de Puerto Rico le iniciaron juicio por cesación de pagos en una deuda que asciende a 70.000 millones de dólares.