La consolidación de Alternativa Federal (AF) como una opción frente al macrismo y al kirchnerismo entró esta semana en un cono de sombras de imprevisible salida a falta hoy de 18 días para la oficialización de las alianzas y los frentes electorales.
La incertidumbre que abrió especulaciones acerca de si el intento por darle chances electorales al peronismo no kirchnerista llegará finalmente a buen puerto el próximo miércoles 12 se alimentó estos días de un conjunto de hechos y de gestos propios y ajenos.
Por un lado, las reuniones a las que convocó y tuvo el presidente Mauricio Macri mano a mano con dos de los tres precandidatos presidenciales de AF en su despacho de la Casa Rosada, después de que hiciera lo mismo con el gobernador cordobés Juan Schiaretti.
Todo en 48 horas; con la excusa de analizar el decálogo propuesto por el Gobierno nacional allá en los primeros días de mayo para acordar previsibilidad de cara al mercado financiero, y nada menos que en la semana prevista para lo que iba a ser la primera reunión ampliada de AF.
Políticamente nada ingenuos fueron los comentarios que Macri tuiteó sobre esas tres reuniones (“son encuentros importantes y una oportunidad para conversar sobre los puntos de acuerdo”), como los dichos que deslizó a su gabinete: elogió “la coherencia del ‘Gringo’ Schiaretti” y señaló que “necesitamos cien (Miguel) Pichetto en la Argentina”. Nada dijo, en cambio, sobre el salteño Juan Urtubey, el otro precandidato con el que se reunió; el tercero es el renovador Sergio Massa.
Anteanoche, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, se encargó de nutrir las especulaciones surgidas en torno a esas reuniones. Frigerio no descartó primero la posibilidad de ampliar la coalición Cambiemos a otras fuerzas, como lo reclama el radicalismo oficial, si Macri lo considerara necesario para logar la reelección. E incluso dejó abierta la puerta para llegar a una alianza con AF: "No lo descarto, como tampoco lo descarta el Presidente, dijo en declaraciones periodísticas la noche del jueves. "Por ahora la táctica electoral está abierta en función de los tiempos establecidos en el calendario".
Sobre llovido, mojado, podría considerarse la definición del ministro que mejor diálogo político tiene con el peronismo no kirchnerista, para el futuro inmediato de AF. El primer traspié lo tuvo ese espacio el martes pasado, en medio de la conmoción política que tres días antes provocó el anuncio de la fórmula Fernández-Fernández. Repotenciado como referente mayor tras su contundente reelección, el gobernador cordobés Juan Schiaretti fracasó en su intento de una primera reunión ampliada de los cuatro referentes de AF con el ex ministro Roberto Lavagna, precandidato presidencial por Consenso 19 que integran sus aliados del socialismo de Miguel Lifschitz y del GEN de Margarita Stolbizer.
A la reunión se llegó sin el respaldo explícito de los gobernadores peronistas, que en el verano de 2018 habían sido la base inspiradora de AF. Es que once de ellos le habían dado la bienvenida el mismo sábado a la fórmula Fernández-Fernández, la mayoría de ellos de manera casi indubitable. Y sin que Schiaretti hubiera logrado la noche anterior el okey de Lavagna para anunciar ese día que la candidatura de AF saldría de unas Paso, como lo pretenden los tres precandidatos, frente al consenso con el que, un día sí, otro no, insiste Lavagna.
Las idas y vueltas de Lavagna, que confirmó será candidato por Consenso 19 y terminó la semana con que no irá a unas Paso en AF, son por un lado una señal de toma de distancia con un espacio que perfila reconcentrarse en su condición de peronismo no kirchnerista, más aún con la invitación que Schiaretti le hizo a Daniel Scioli a integrarse. Y, por otro, a enviar un mensaje pluralista hacia los votantes "frustrados" de Cambiemos, de donde Lavagna cree abrevar más que de los sectores peronistas de todo tipo.
Sin Lavagna dispuesto a jugar en ese espacio, y con Scioli en la indefinición (si entrar o quedarse en el PJ oficial), una definición del candidato vía Paso quedaría reducida a Pichetto, Urtubey y Massa. Con la incógnita de si este último seguirá o no en AF. Un indicio primero en ese sentido se tendrá el próximo jueves 30, cuando se reúna un congreso nacional del Frente Renovador en esta capital, probablemente el Parque Norte.
"Los bonaerenses son partidarios de la unidad de todo el peronismo", dijo a este diario una fuente massista. Pero será determinante para la definición final la posición que terminen por hacer los gobernadores peronistas con los que Massa tiene una comunicación casi cotidiana.
Si al final Massa resolviera jugar dentro del PJ, las Paso de AF perderían sustancia. ¿Pichetto y Urtubey podrían ser entonces la para peronista con la que ampliar Cambiemos?