Visiblemente emocionada, la primera ministra británica Theresa May anunció que dejará el cargo dentro de dos semanas, reconociendo su incapacidad para lograr que se acepte el acuerdo de Brexit que negoció con Bruselas.
"Lo intenté tres veces" pero "no fui capaz" de lograr que el Parlamento aprobase el texto, afirmó en una declaración ante las cámaras de televisión frente a la famosa puerta negra del número 10 de Downing Street, su residencia oficial en Londres.
"Creo que era correcto perseverar incluso cuando las posibilidades de fracasar parecían altas, pero ahora me parece claro que por el interés del país es mejor que un nuevo primer ministro lidere ese esfuerzo", agregó, proclamando su amor por el Reino Unido con la voz quebrada y al borde de las lágrimas.
Por eso "dimitiré como líder del Partido Conservador el viernes 7 de junio", anunció. La dirigente cedió finalmente a la presión de su partido para abandonar el cargo al no poder completar la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea en el plazo previsto.
May continuará como primera ministra en funciones hasta que se nombre a un sucesor, un proceso que podría demorarse varias semanas. De esta manera, se abre una carrera para la elección del nuevo primer ministro del país. Por el momento, el favorito es Boris Johnson, un exsecretario de Exteriores y férreo defensor del Brexit.
Está previsto que Gran Bretaña abandone la UE el proximo 31 de octubre, pero el Parlamento no ha aprobado aún los términos del divorcio entre Londres y Bruselas.