Nefrólogos de todo el país protestaron este jueves frente al PAMI en Buenos Aires, pero no fueron recibidos y ahora analizan rescindir contratos con esa obra social, lo que pone en jaque 12.000 tratamientos de diálisis en el país.
En la Argentina los sitios para llevar a cabo la diálisis son 300 y hay más de 30 mil personas que reciben la prestación, de las cuales 12.000 se atienden por PAMI y ahora deberían buscar una alternativa.
Los profesionales y representantes de centros de diálisis viajaron hasta la sede central de la obra social estatal para pedir la "urgente actualización del valor" de la prestación de diálisis, dado que los insumos están dolarizados y los costos se les dispararon.
Durante dos horas estuvieron parados frente al ingreso al PAMI solicitando una reunión con el titular del instituto, Sergio Cassinoti, pero no fueron recibidos. Incluso, la seguridad del instituto cerró las puertas.
El mendocino Miguel Discépolo, directivo de la Confederación de Asociaciones de Diálisis de la República Argentina (Cadra), le aseguró a este medio que están "analizando rescindir el contrato" con la obra social. La regional de Córdoba fue la primera que planteó la desvinculación.
"Cuando nos vio Cassinoti hizo cerrar las puertas con candado. El destrato fue absoluto, por lo que se labró un acta con escribano exponiendo la situación", dijo Discépolo a este medio sobre la protesta que se llevó a cabo en Corrientes al 600.
La manifestación estuvo encabezada por referentes de la Cadra -que agrupa a las Asociaciones Regionales del interior- y también de la Asociación Regional de Diálisis y Trasplantes Renales de Capital Federal y Provincia de Buenos Aires.
Si bien reconoció que no tenían pactada una reunión, explicó que no reciben respuestas desde junio de 2017, cuando empezaron con el reclamo. En abril y mayo hubo un aumento nominal del 6% (en dos cuotas) del valor de la sesión de diálisis, pero los negrólogos advierten que esto es “insuficiente”.
Darío Zapata, presidente de Cadra, señaló que el incremento de los costos de distintos rubros como servicios, insumos y recursos humanos durante el año pasado, fueron sensiblemente superiores al aumento oficial de la prestación que se ubicó en el 32%.
Por su parte, fuentes de PAMI se limitaron a informaron a este medio que "entre julio de 2018 y mayo de 2019 se le dio un 38 por ciento, mientras que a partir de junio de 2019, se incrementará en un 20% el valor a la diálisis peritonial".
Zapata dijo que esto sigue siendo insuficiente. Explicó que los insumos específicos para el tratamiento (filtros, guías, agujas, soluciones de diálisis, prótesis, medicamentos especiales, eritropoyetina, heparina, entre otros) aumentaron, en promedio el 94%, porque casi todos son importados y se pagan a precio dólar.
El problema, entonces, radica en que el financiamiento que otorga PAMI no llega a cubrir los costos del tratamiento. A principio de año, el reclamo iba dirigido a la falta de rentabilidad y ahora directamente a que los centros de diálisis no pueden continuar con las sesiones.
"La situación es de colapso porque algunos centros ya cerraron", dijo Zapata. Esto se debe a que esos lugares que se encuentran en pueblos más pequeños presentaron la quiebra al no poder solventar la actividad.
Eso conlleva a que la difícil situación no solo impacte en los prestadores sino también en los pacientes. El presidente de la Asociación de Prestadores de Trasplantes Renales y Hemodiálisis de Córdoba, Jorge Abdala, reconoció que el plan, de no resolverse el conflicto, será "derivar a los pacientes a PAMI" para que decidan donde tratarse, lo que significa que tendrán que dirigirse a las grandes ciudades para el tratamiento.
"El PAMI es el principal financista porque tiene más de un tercio de los pacientes de diálisis y necesitamos superar esta crisis con una actualización de nuestros valores porque queremos seguir prestando el servicio en todo el país", explicó Abdala.
Por la corresponsalía de Buenos Aires.