El plantel de River llegó esta noche a Curitiba para enfrentar el miércoles a Atlético Paranaense, de Brasil, en el partido de ida por la Recopa Sudamericana, que será también su 13ra. final en los cinco años que lleva Marcelo Gallardo como entrenador del equipo, y fue recibido por autoridades de la Conmebol que sometieron a 16 futbolistas a un control antidóping.
Apenas arribados al hotel Grand Rayon, hubo una noticia que causó sorpresa en la delegación riverplatense, ya que una docena de oficiales de la Conmebol esperaban a los jugadores en el lobby para realizar un control antidóping sorpresa.
Los funcionarios seleccionaron a 16 de los 25 jugadores de la lista de buena fe, quienes tuvieron que dejar sus muestras de orina antes siquiera de subir a sus habitaciones.
Los jugadores de Atlético Paranaense también fueron sometidos a la misma prueba durante el entrenamiento vespertino.
Esta práctica es habitual en la Conmebol, fundamentalmente, antes de cada final. Ya lo habían hecho previamente a la final de la Copa Libertadores entre River y Boca, y también antes de los cuartos de final con Independiente.
En los últimos días dos jugadores de Atlético Paranaense habían sido suspendidos por dóping. Se trata de Thiago Heleno y Camacho. El marcador central y el volante no pasaron los controles realizados durante la fase de grupos de la Copa Libertadores en la que formaron parte de la zona G que se adjudicó Boca, al cabo de los encuentros ante Deportes Tolima, de Colombia, y Jorge Wilstermann, de Bolivia, respectivamente.