Una mujer en España envenenó a siete personas con escopolamina -conocida como burundanga, la droga que anula la voluntad- para robarles usando sus tarjetas de crédito. Los delitos tuvieron lugar en la ciudad de León, y según la Guardia Civil la acusada se quedó con 41 mil euros de sus víctimas.
Una de las damnificadas fue una joven de 24 años, hasta ese momento amiga de la atacante, que terminó internada en grave estado. La víctima y su victimaria tomaron algo en un bar cuando la primera fue a llevarle la invitación a su boda. Tras retirar dinero de un cajero, comenzó a sentirse mal y la misma Natalia la acompañó al hospital.
Según la investigación del caso, la sospechosa memorizó la clave cuando fueron al cajero, se quedó con sus tarjetas y, tras dejarla en el hospital, realizó una transferencia de fondos a su cuenta.
"Todas las víctimas cuentan lo del bar, incluso alguna recuerda que se quedó en la terraza y ella fue a buscar las bebidas", contó uno de los investigadores.
El análisis de orina de la joven dio como resultado que tenía una concentración de 37,05 microgramos de escopolamina. La mujer fue mediáticamente bautizada como "La reina de la burundanga" y pasó algunos meses en prisión, aunque ahora se encuentra en libertad.
De los siete casos en los que Natalia es la principal sospechosa, este es el único en el que pudo probarse la presencia de la droga, ya que la sustancia desaparece a las seis horas de la sangre y a las 12 de la orina. Pero oficialmente las presuntas víctimas son cinco, porque dos de ellas no la denunciaron: el propio abuelo de Natalia, de 90 años, y otro familiar.
"Ha cometido todo tipo de estafas, de alquileres de piso, por ejemplo, era una estafadora compulsiva", explicó la Guardia Civil.