En el noreste cordobés se encuentra Miramar de Ansenuza, la única localidad costera que posee la laguna Mar Chiquita. El entorno natural del, “Mar de cordobés”, la tranquilidad de pueblo y la calidez de su gente, hacen un combo perfecto para disfrutar unas vacaciones en familia.
Playa, sol, agua y tranquilidad
Uno de los lugares más concurridos en verano son sus playas, algunos visitantes disfrutan del agua salada y curativa de la laguna “Mar Chiquita”, y otros simplemente se relajan al sol o realizan alguna actividad náutica.
En los últimos fines de semana las playas se vieron colmadas de turistas que cumplieron casi a la perfección con el distanciamiento social, respetando una serie de círculos que el municipio dispuso para facilitar el cumplimiento de esta medida contra la pandemia de coronavirus.
Por la geografía de la laguna, Miramar no cuenta con playas de arena naturales, año tras año y con mucho esfuerzo del gobierno local, las playas se van agrandando ganándole terreno al agua. Tal es así, que hace poco más de 10 años, la perla turística de Ansenuza contaba con unos 700 metros cuadrados de playa y hoy superan los 27 mil metros cuadrados.
La más nueva es la “Playa de los niños”, que se estrenó esta temporada 2021 contando con un amplio espacio de arena, juegos y acceso al agua. Un espacio ideal para disfrutar de la arena y el agua con los más pequeños.
La naturaleza en primera persona
La región de Ansenuza (futuro parque nacional) ofrece un amplio abanico de posibilidades para entrar en contacto con la naturaleza. En Miramar se pueden hacer excursiones guiadas de avistaje de aves en barco o terrestres, donde se pueden apreciar principalmente los flamencos rosados entre otras cientos de especies de aves autóctonas y playeras migratorias que cada año visitan la región.
Otras actividades recomendadas son las cabalgatas, visitas a criaderos de nutrias, recorridos en bicicleta guiados y recorrido por la granja agroecológica.
Una historia de nunca acabar
La rica historia de Miramar data de principios a mediados del siglo 20, cuando el turismo salud atraía a turistas de todo el mundo por las aguas y barros curativos de la laguna “Mar Chiquita”. Lo que generó la construcción de decenas de hoteles, entre ellos el emblemático “Gran Hotel Viena”, que tiene su propia historia.
EL Viena es un lujoso hotel al que se lo relacionó con el nazismo alemán, misteriosamente de un día para el otro dejó de funcionar, se dice que Hitler estuvo allí escondido sobre el final de la segunda guerra mundial. Hoy es un museo de sitio y el lugar más visitado de Miramar por sus misterios y fantasmas, según expertos, es el lugar con más actividad paranormal de Latinoamérica.
Años mas tarde, a finales de los años 70 el caudal de agua de la laguna aumentó considerablemente dejando a la localidad en ruinas, casi el 100% de los hoteles quedaron bajo el agua. Hasta que en la década del 90 se dinamitaron las construcciones que habían quedado en el agua y a principios del siglo 21 Miramar resurge con la construcción de una nueva defensa costera y el hotel más lujoso de la provincia de Córdoba, el “Ansenuza Hotel Casino Spa”.
Hoy Miramar de Ansenuza cuenta con una costanera de más de tres kilómetros, turistas de todo el mundo vienen a disfrutar de la inigualable puesta de sol sobre el “Mar cordobés”, sus playas, naturaleza, el lujoso, ”Ansenuza Hotel Casino & Spa”, la historia de un pueblo que resurgió entre ruinas y la excelente gastronomía de sus restaurantes. Año a año la localidad se posiciona como uno de los destinos turísticos más elegidos de Córdoba.
Para conocer profundamente la historia de Miramar de Ansenuza es indispensable visitar el museo fotográfico y el Gran Hotel Viena, mientras que para saber todo sobre la Laguna Mar Chiquita, su geografía, flora y fauna, el museo de ciencias naturales Aníbal Montes es el lugar indicado.