Se trata de una iniciativa que surgió desde profesionales de la Fundación Espacios en 2016 y que cobró fuerza cuando Paola Piantanida, de la Fundación Provocar Arte, les comentó sobre créditos y cursos a emprendedores que llevaba adelante el Banco Nación.
Inicialmente, se lo había pensado como una cafetería en algún lugar fijo, más el asesoramiento profesional orientó el proyecto hacia el food truck, que le permite actualmente moverse hacia eventos en diversos lugares de Alta Gracia y de localidades cercanas.
Entre febrero y marzo de 2017, la Fundación Espacios recibió el crédito del Banco Nación y el 3 de diciembre abrió oficialmente al público. Un año después, ya ha participado de eventos locales como Mionca, Peperina, Disfrutándote y el Encuentro de Colectividades. También ha llegado a Córdoba y Carlos Paz.
Actualmente, el food truck inclusivo está abierto por las mañanas frente al Banco Santander Río, a pocos metros del Tajamar, y los fines de semana se traslada al parque del Sierras Hotel.
La puerta de entrada al mundo adulto
Vía Alta Gracia se acercó por el "Espacios Truck" para conocer en primera persona esta singular experiencia. Los concurrentes Rodrigo Barrera y Graciana Coggiola y los profesores Leonardo Kerman y Maximiliano Heredia, respondieron las preguntas con el entusiasmo con el que llevan adelante la tarea diaria en el camión.
"Hay división de tareas en tres: el camión con cafetería, caja y atención al público; el área que hace las ensaladas de frutas y sándwiches; y el área de pastelería", describió Rodrigo. Precisamente, Graciana trabaja algunas mañanas en el camión y los jueves, asiste al taller de producción de pastelería.
"La gente pide ensaladas de frutas en verano y, si no, café, medialunas y facturas", aporta Rodrigo. "A veces piden torta de coco, pastafrolas y sandwiches", completa Graciana.
"La Fundación Espacios lleva quince años trabajando en la ciudad con estimulación temprana de niños con discapacidad, acompañándolos en el primario, en el secundario. Pero una vez que terminaban la escolaridad, no tenían formación y propuestas sociales. Estaba la necesidad de estos jóvenes que tenía que ver con formación laboral y no sólo educativa: entrar al mundo adulto", detalló Leonardo la pre historia que dio origen del Espacios Truck.
16 concurrentes de la Fundación Espacios están afectados a este proyecto. "Algunos están en la producción solamente, otros en la producción y en el camión y algunos otros, sólo en el camión", explica Leonardo. Aclara que estos 16 forman parte de la "primera cohorte", ya que se trata de un proyecto temporal, "pensado como espacio de formación laboral, donde vayan aprendiendo tareas ligadas al mundo del trabajo, como usar la máquina cafetera y hacer las medialunas, pero también llegar a horario, presentarse, usar un uniforme, poner una alarma o cómo debe ser el trato con los compañeros. La idea es que después puedan insertarse en el mercado ordinario de trabajo". De hecho, con felicidad cuentan que dos de los jóvenes han sido desafectados del proyecto porque los ha contratado una estación de servicios de la ciudad para trabajar en su drugstore.
Prejuicios y confianza
"Algunas veces tenemos miedo de que nos pase algo mal y la gente nos mire mal. Tenemos que trabajar sin miedo y con mucha motivación", manifiesta Rodrigo, introduciendo el tema de los prejuicios en la conversación. "Hay muchas barreras que dificultan el acceso al trabajo, hay como una idea de que no van a poder y estamos demostrando lo contrario", completa Leonardo.
Asimismo, reconocen que también hay mucho apoyo y confianza de comercios locales y de la Municipalidad en lo que a inclusión laboral refiere. "En el banco piden un delivery y van los chicos y lo entregan; vuelven y van a otro lado. Así se va afianzando esta idea de que todo el mundo puede trabajar", precisa Leonardo.
"Nosotros queremos que sea un trabajo de verdad, que los chicos estén trabajando, que no sea una limosna ni caridad. Que nadie diga 'el café que me dieron es malo y la medialuna es mala pero igual no hay problema porque son los chicos'. Éste es un lugar que trabaja igual que cualquier otro, ellos van cumpliendo horas como en cualquier otro comercio. Queremos poder sumarnos al ecosistema de Alta Gracia como un negocio más", finalizó.
Desafíos
En tren de crecer, se vienen vinculando con otras experiencias de inclusión laboral de personas con discapacidad de la provincia y del país en congresos y eventos. Y apuntan como pendiente, conocer Morfables 21 y Gallito Ciego, dos food trucks que trabajan con personas con discapacidad en Buenos Aires.
Hacia adelante, Rodrigo sólo desea "que salgan bien las cosas" y "progresar". Graciana, quien reconoce que le gusta cocinar, sueña con "aprender más cosas y trabajar en una cocina". Leonardo se entusiasma con poder convertir esta propuesta en "un espacio de formación laboral diversa e integral", que podría contemplar un lavadero de autos, un vivero, una carpintería. "Las personas son distintas y no a todo el mundo le gusta trabajar en la cafetería o con la comida", concluye.