En la crudeza de los números y las matemáticas, un estudio realizado en 2017 develó información de los presos en Rio Negro. 8 de cada 10 no terminó el secundario, y cerca de la mitad tampoco tenía un trabajo antes de ingresar a la cárcel.
Pero hay más datos. Según el medio ''Rio Negro'', la mitad de los presidiarios no estuvo siquiera en un recinto de educación media. 7 de cada 10, jamás participó de programas educativos.
La estadística fue tomada en 2017, a base de 850 prisioneros, en un informe anual elaborado por el Sistema Nacional de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena para el Ministerio de Justicia de la Nación.
Esto fue revelado por el funcionario Marcelo Mango, durante la última sesión de la Legislatura rionegrina, cuando fue aprobada la tercera modificación de la Ley Orgánica del Servicio Penitenciario Provincial. Esto fue expuesto para acusar la poca capacitación y trabajo de reinserción de aquellos que cumplen condena en los centros de detención.
''Ya ni exigen el título secundario para los que ingresan a trabajar al sistema carcelario, pero el gobierno habla de profesionalización'' disparó con dureza el legislador del Frente para la Victoria.