El ataque se produjo el día sábado en la ciudad de Ushuaia (calle Hol Hol al 1000) cuando Sabrina sacó a su mascota a la calle a pasear y en un momento en que la mascota se detuvo a hacer necesidades, fue interceptada por un animal de mayor porte. Al principio, según el testimonio de Sabrina, el trato entre los animales fue afable, se olfatearon y de repente la perra quiso atacar. “Lo tironeé de la correa, lo levanté, lo abracé y cuando me giré para darle la espalda, me agarró de la pierna derecha, del muslo”, relató.
Ante el ataque de la perra, su dueño observaba todo lo que estaba sucediendo. “No se acercó en ningún momento a agarrarla del collar o a hacer algo. Tampoco me preguntó si estaba bien, si me había hecho algo. Lo único que hizo fue llamar a la perra y cuando la perra fue hacia él, la metió adentro y él también se metió adentro”, dijo. Desde ese momento, con las heridas producidas por las mordeduras, Sabrina tuvo que ir al hospital para que le realicen curaciones.
Luego, hizo una nota que firmaron maestras jardineras de un establecimiento cercano a su domicilio. En la nota firmada, las docentes testifican que la perra está suelta y presenta un peligro hacia las personas que transitan por ese lugar y llevan a sus hijos al jardín. “Me contaba en particular una de las maestras que, iba caminando con su nena y la tuvo que alzar, porque se le vino a ladrar muy de cerca. También ella está embarazada”, mencionó.
Así como este, hay otros tantos casos expuestos por los vecinos. Al parecer, “la perra, tiene el instinto de atacar”, dijo Sabrina y amplió que “la perra está atada con una correa muy cortita, llora y ladra mucho tiempo durante el día. En ocasiones logra soltarse y deambula por el barrio”. En cercanías de su domicilio, hay un jardín maternal y también está la escuela n° 40, lo que representa un peligro para la integridad física de las personas y eventualmente podrían ser atacadas.
Por otro lado, la farmacéutica llamó a Defensa Civil y ellos le recomendaron que se comunique con la línea 101. En esta línea le otorgaron el número de la Comisaría que le correspondía a esa jurisdicción, en este caso, la Comisaría Primera. Aunque le aclararon que ellos no toman denuncias de este tipo, la iban a llamar para hacer una exposición. “Me dieron un montón de vueltas, no me llamaron y tardaron un montón. Asique, me acerqué para que me tomen la denuncia”, dijo. Todo quedó documentado en la exposición y este mediodía, Sabrina, debe acercarse a la oficina de zoonosis para terminar los trámites.