Un ciudadano boliviano, que había sido condenado a diez años de prisión en Tierra del Fuego por la violación de una niña que era su cuñada, fue deportado, ayer a su país desde el aeropuerto de Ezeiza, tras cumplir la mitad de la pena, informó la Dirección Nacional de Migraciones (DNM).
Se trata de Gonzalo Maldonado Paredes, quien estaba preso en Ushuaia tras la sentencia que se le aplicó por el delito de abuso sexual agravado por acceso carnal reiterado en indeterminado número de ocasiones contra una menor.
La expulsión, cancelación de la residencia y prohibición permanente de reingreso a la Argentina había sido dispuesta en junio de 2018 por la DNM, dependiente del Ministerio del Interior.
Tanto la pena impuesta como el extrañamiento (la autorización de la Justicia para que salga del territorio) fueron determinados por el Juzgado de Ejecución de Sentencias del Distrito Judicial Sur de la capital fueguina, a cargo del juez Manuel Isidoro López.
El condenado interpuso diversos recursos administrativos y judiciales para evitar ser expulsado; pero en todos los casos la Justicia confirmó la determinación de Migraciones.
Entonces, Maldonado Paredes fue trasladado el lunes a Buenos Aires acompañado por dos agentes del servicio penitenciario de Ushuaia y llevado al Consulado de Bolivia para tramitar un salvoconducto, dado que la cédula de su país se encontraba vencida y el DNI argentino quedó retenido porque se le revocó la radicación.
De este modo, fue escoltado por integrantes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y desde el aeropuerto de Ezeiza tomó un vuelo a las 12.:40 con destino a Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
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