En el Presupuesto para 2019, la Intendencia de Ushuaia solicitó tomar préstamos por 500 millones de pesos para realizar obra pública, pero el Concejo Deliberante bajó ese montó a 295 millones y dejó lo restante supeditado a una aprobación legislativa. El Ejecutivo deberá presentar los proyectos de financiamiento ante los ediles y tendrán que ser sancionados por mayoria agravada.
Desde su banca por el partido ECoS, Silvio Bocchicchio, exijió algunas modificaciones que finalmente se concretaron. "En el listado de trabajos había algunos que tenían un nivel de definición y otros que eran sólo una idea, una intención de hacer", explicó el edil, aunque también subrayó que el programa económico fue "presentado con bastante prolijidad y precisión, y hubo una buena actitud del Ejecutivo de explicarlo en comisión".
Bocchicchio consideró que "lo peor que podía pasar" era tener un presupuesto reconducido, lo cual significaría no poder "controlar cuántos fondos ingresan ni cómo se gastan". "Eso paso en el 2015, cuando (Federico) Sciurano decidió reconducir el presupuesto y el resultado fue un Municipio quebrado y la ciudad devastada, y una discrecionalidad en el uso de los fondos públicos muy próxima a la corrupción".
Con la reducción de la capacidad de endeudamiento, la Municiapalidad no alcanzará el 22 por ciento de obra pública en el Presupuesto 2019, como había sido anunciado por el Ejecutivo, y el porcentaje será de alrededor del 10 por ciento.
Por otra parte, respecto de las iniciativas promovidas desde ECoS, Silvio Bocchicchio indicó que "pudimos incluir obras como la declaración de emergencia y traslado del Cañadón, que la primera etapa ahora se realizará en 2019 pero no estaba prevista en el cálculo, y obras para el barrio kaupen y 30 viviendas que eran necesarias hacer".