La investigadora del CADIC, Natalia Dellabianca, explicó que este este tipo de especímenes llegan frecuentemente a esta zona ya que forma parte de su ruta migratoria. "Estamos tratando de averiguar si los animales se quedan en el canal en lugar de ir a la Antártida".
En contacto con la prensa, la especialista aseguró que "hace varios años que las vemos más seguido en la zona ya que forma parte de su ruta migratoria. Se reproducen en aguas más cálidas y bajan hacia la zona de la Antártida para comer".
"Estamos tratando de averiguar, con el grupo que trabajamos, si los animales se quedan en la zona del canal en lugar de ir a la Antártida", agregó.
Dellabianca explicó que se las suele ver "en diciembre, enero; este año con más frecuencia en febrero y también es frecuente verlas en abril o mayo. Como parte de su ruta migratoria las vemos cuando van hacia Antártida o vuelven, y creemos que algunas se quedan en la zona, porque tenemos detectados los mismos individuos de manera permanente".
"Estas ballenas tiene la particularidad de tener en la parte de la cola distintas marcas y proporción de blanco y negro que son diferentes entre sí, es como una huella digital, entones a partir de las fotos que se saca, hemos identificado al momento más de 35 ballenas que desde 2013 visitan esta zona.
Finalmente, la investigadora mencionó que si el animal encuentra comida "se queda y come; si bien en la Antártida hay krill y acá no, hay otras opciones y se va a investigar qué es lo que comen, si hay comida y les alcanza es bueno. Y si vuelven es porque la comida les estaría alcanzando".