El director de la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua (Aladyr), Alejandro Sturniolo, afirmó que "no sería una sorpresa que la contaminación por microplásticos haya llegado a la Antártida ya que el mar se mezcla constantemente y el descarte de los efluentes o pluviales termina llegando a un equilibrio de dilución".
Cómo recuperar el agua respecto al hallazgo de partículas de microplásticos en el Ártico canadiense, el director de Aladyr señaló a Télam que para hacer frente a este problemas algunos países "están llevando a cabo políticas de reúso de los efluentes líquidos, no solo para recuperar el agua, sino para evitar arrojar los efluentes a ríos y mares, donde se descartan millones de toneladas de plástico anualmente".
"El reúso de efluentes es uno de los procesos que más crecerá en el planeta, debido a que a partir de este proceso obtendremos nuevamente agua que puede llegar hasta calidad de agua potable (como el caso de Singapur), y por otro lado un residuo que se enviaría a disposición. Debido a que el volumen de este residuo es mínimo el costo de disposición de este residuo es mínimo".
Pero advirtió que "si bien podemos contrarrestar el efecto que provocan los microplásticos en el medio ambiente, no lograremos reemplazar estos materiales en el corto plazo tan fácilmente ya que el mayor problema que encontramos es que las plantas de agua potable convencionales con las que hoy cuentan la mayoría de los países, ya sea de sedimentación o bien los filtros de gravedad, dejan pasar una gran parte de este tipo de contaminantes".
Por último Sturniolo señaló que "actualmente, existen tecnologías de potabilización como la ultrafiltración, que pueden retener partículas del tamaño del micrón (hasta 0,01 micrones), incluso coagular y remover arsénico, un gran problema en nuestro país y en todo el mundo".