Miradas técnicas y compromiso ambiental en torno a la Ciudad Universitaria

Arquitectos y geólogos de la UNT destacaron el valor pionero del enfoque ambiental de la Universidad en la Sierra de San Javier.

Miradas técnicas y compromiso ambiental en torno a la Ciudad Universitaria
Profesionales que participaron del informe destacaron la política temprana de protección y el rol estratégico del área.

Tras la aprobación unánime del informe del Observatorio Ambiental sobre la Ciudad Universitaria en la Sierra de San Javier, dos de los profesionales que participaron en su elaboración sumaron sus reflexiones al debate universitario y social sobre el uso responsable del territorio.

La arquitecta Marta Casares, representante de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, resaltó la importancia del trabajo interdisciplinario realizado a lo largo de un año y el carácter visionario de la propuesta: “Trabajamos durante un año analizando el proyecto de Ciudad Universitaria, y en ese recorrido surgieron numerosos aspectos que evidencian la riqueza de la propuesta y el papel pionero que ha tenido la Universidad en la incorporación de ideas innovadoras, que siempre han promovido el cambio en el campo de la ciencia y la tecnología”, explicó.

Para Casares, la Universidad Nacional de Tucumán se adelantó a los tiempos: “La UNT fue pionera en su modelo de respuesta a la demanda universitaria, y también en incorporar una mirada ambiental sobre su responsabilidad territorial. La Universidad no se retira de la Sierra de San Javier, sino que transforma ese territorio en un activo ambiental para toda la sociedad tucumana”.

Además, recordó que ya en décadas pasadas la Universidad tenía una política clara sobre la protección de ese entorno: “En un contexto en el que recién comenzaban a difundirse a nivel global las ideas vinculadas al ambiente, la Universidad Nacional de Tucumán ya contaba con una política ambiental clara para ese valioso territorio que es el Parque Sierra de San Javier”.

Por su parte, el geólogo Julio Martensen hizo foco en el valor histórico y geológico de las decisiones que precedieron al proyecto actual.

“La primera conferencia sobre el ambiente que realizó la ONU fue en 1972, y ya en ese momento el área de Horco Molle contaba con una figura de protección, tal como se menciona en el informe, desde 1966”, destacó.

Martensen recordó que en 1973 se creó formalmente el Parque Sierra de San Javier, con una figura de manejo que incluía también la zona del proyecto original de Ciudad Universitaria: “A partir de entonces, se fueron sucediendo diferentes figuras y estructuras de protección para este parque, que posee una entidad metropolitana que lo distingue de otras áreas protegidas”, explicó.

Finalmente, resaltó el carácter estratégico del área:

“Este espacio, por su extensión, ubicación estratégica y la conexidad que presenta —no solo estructural, sino fundamentalmente en términos de procesos geológicos y ambientales— es verdaderamente único”.