Mario Palermo recibió el título de Profesor Honorario en la UNT

El médico fue distinguido por la Facultad de Medicina en reconocimiento a su legado académico y su aporte al desarrollo de la medicina fetal.

Mario Palermo recibió el título de Profesor Honorario en la UNT
El homenajeado agradeció la distinción y reafirmó su compromiso con la docencia y el fortalecimiento de la red de medicina materno-fetal.

La Facultad de Medicina de la UNT rindió homenaje al doctor Mario Palermo, pionero en el desarrollo de la medicina fetal, otorgándole la distinción de Profesor Honorario. El acto fue calificado como un momento de gran importancia y alegría para toda la comunidad universitaria.

En la oportunidad, la doctora Cristina Majul destacó: “Es un placer poder compartir con él este reconocimiento, muy merecido, ya que es un doctor con mucha sabiduría, humanidad y estamos agradecidos por todo el legado que él ha dejado. Yo roté por su hospital cuando él era jefe de Obstetricia y aprendimos muchísimas cosas, sobre todo la entrega al paciente”.

Majul agregó que “la entrega y vocación de servicio no se la encuentra en ningún libro, eso solamente lo podemos hacer aquellos que de corazón lo sentimos, más aún cuando es impartido con tanto amor por un maestro como el doctor Palermo. Desde el Ministerio de Salud fue invitado al lanzamiento de la Red de Medicina Materno Fetal, ya que en ese proyecto siempre fuimos apoyados por el doctor y es algo por lo que venimos luchando desde hace muchos años y hoy gracias al doctor Luis Medina Ruiz que entendió nuestro objetivo, colocó a la salud materno infantil como una prioridad y una política de Estado”.

El rector Sergio Pagani, por su parte, explicó que el reconocimiento “no fue un proceso informal, ya que incluyó una solicitud, análisis del Consejo Superior y la evaluación de un jurado”.

Y subrayó: “El doctor Mario Palermo tiene atributos académicos y científicos de relevancia que, a criterio de la Facultad de Medicina y de sus académicos, le corresponde esta honorable distinción”.

Por su parte, Mario Palermo expresó: “Es una grata sorpresa y gran alegría recibir el reconocimiento de una de las universidades más importantes del país como es la Facultad de Medicina de la Universidad de Tucumán. Hoy me dieron la distinción de ‘Profesor Honorario’ de esta Casa de Altos Estudios, lo cual para mí es un inmenso honor y creo que es uno de los últimos títulos que uno puede aspirar”.

Y añadió: “Mi compromiso es dar crédito a esto y transmitir los conocimientos, además de impulsar a que se establezcan redes para poder atender a todas las pacientes, especialmente a las más vulnerables. El proceso educativo que nos da la Facultad de Medicina es fundamental para llegar a la gente, a los médicos jóvenes que tanto lo necesitamos, e instamos a que sigan nuestros pasos y que nos ayuden”.

En la misma línea, señaló: “Para mi trayectoria esto es una caricia al alma y al corazón porque sinceramente, recibir un reconocimiento de tal magnitud me da más empuje y ánimo de seguir trabajando hasta los últimos días de mi vida. Estoy muy agradecido a todas las autoridades de la UNT y a la provincia porque Tucumán acompaña en todo este proceso, desde el gobernador Osvaldo Jaldo, el ministro de Salud Luis Medina Ruiz, los jefes de servicio, los alumnos, los médicos que están en los hospitales, todos ellos forman parte de esta experiencia, lo cual me engrandece y siento una emoción tremenda”.

En la misma línea, el decano Mateo Martínez remarcó que “el ciudadano debe recordar que décadas atrás el parto era asistido por parteras o comadronas. Hoy la medicina fetal es un enorme avance que permite estudios diagnósticos y tratamientos dentro del vientre materno”.

Martínez subrayó que Palermo encarna el mayor desarrollo de esta especialidad y que su influencia fue decisiva en la creación de la diplomatura en medicina fetal de la facultad.

“Él tiene un gran compromiso con la provincia de Tucumán, a la que visita periódicamente. Su conocimiento y experiencia han sido puestos al servicio de la sociedad. El homenajeado, a pesar de sus años, sigue aportando su energía y su saber, un hecho que la Facultad de Medicina quiso reconocer como prudente y oportuno. El acto es un tributo a una vida dedicada a la ciencia y la docencia, que ha dejado una huella imborrable en la salud pública y en la vida de muchas familias”.