El vicegobernador a cargo del Poder Ejecutivo, Miguel Acevedo, participó este lunes por la noche de la misa en homenaje al Papa Francisco, realizada en la Iglesia Catedral. La ceremonia religiosa fue presidida por los obispos Carlos Sánchez y Roberto Ferrari, quienes ofrecieron un mensaje de esperanza: “La Pascua es el paso de la muerte a la vida, del dolor a la alegría”.
Acompañaron a Acevedo su esposa, Miryan Segura; la intendenta de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla; los legisladores provinciales Hugo Ledesma, Mario Leito, Roberto Moreno, Silvia Elías de Pérez, Francisco Serra, Carolina Vargas Aignasse, Alberto Olea y Carlos Najar. Estuvieron presentes, además, el ministro de Salud, Luis Medina Ruiz; la ministra de Educación, Susana Montaldo; la fiscal de Estado, Gilda Pedicone; la secretaria de Culto, Roxana Díaz, y el secretario de Gobierno, Raúl Albarracín.
Durante la ceremonia, Acevedo expresó su pesar por el fallecimiento del Papa Francisco y valoró su legado como líder espiritual y social: “Además de ser argentino, el Papa siempre nos invitó a reflexionar, a mirarnos hacia adentro y pensar en el prójimo”, señaló.
El vicegobernador resaltó el mensaje permanente del pontífice a favor de la unidad, la paz y el amor al prójimo: “Ese llamado al trabajo conjunto y al amor entre todos es algo que sentimos profundamente y que intento llevar a mi labor diaria, promoviendo la paz y la unión”, subrayó.
Consultado sobre la ausencia de una visita papal a la Argentina, Acevedo remarcó: “Más allá de las lecturas políticas, debemos quedarnos con lo positivo: Francisco fue un Papa argentino que recorrió el mundo y habló con honestidad, fortaleciendo a la Iglesia”.
En relación al duelo en Tucumán, Acevedo confirmó que la provincia adhirió al decreto nacional, con banderas a media asta en las instituciones públicas: “Seguimos las disposiciones nacionales, aunque las clases se mantienen con normalidad porque somos un Estado laico y debemos garantizar tanto la educación como la libertad de culto”, explicó.
Por su parte,Sánchez destacó la figura del Papa como símbolo de afecto y cercanía con su sello latinoamericano. Subrayó su preocupación por el medio ambiente y la fraternidad humana: “Sus encíclicas Laudato Si’ y Fratelli Tutti son un llamado a cuidar la casa común y vivir como hermanos”.
El arzobispo también valoró la coherencia de vida del Santo Padre: “Su humildad, sencillez y entrega nos enseñaron a acercarnos especialmente a los más alejados y descartados de la sociedad. Su legado es un verdadero gesto del amor de Dios”.