La adopción como instituto jurídico no es nueva. Ha sido desde hace muchos años una institución tildada de “lenta”. Y eso, en gran parte, obedece a que siempre se escuchan experiencias de otras jurisdicciones y no se hace foco en la realidad de lo que pasa con la adopción en Tucumán. Nuestra provincia cuenta con un Registro Público de Aspirantes a la Adopción, que depende del Poder Judicial, y en el cual se inscriben todos quienes deseen ser padres adoptivos. Y cuando decimos todos, nos referimos a parejas (matrimonios o convivientes) heterosexuales, parejas igualitarias, personas solas (familias monoparentales). En fin....todos quienes deseen albergan a un hijo y darle amor.
Los procesos de condición de adoptabilidad de un niño, niña o adolescente no pueden extenderse por más de 180 días. Y una vez que culminan, el Registro preselecciona postulantes que estén en condiciones de recibir a ese niño. Quienes se inscriben en el Registro deben abrir sus corazones y sus expectativas a recibir no solo bebés de corta edad, sino también niños y niñas mayores y adolescentes. De ese modo tendrán más chances de ser llamados a adoptar en forma más rápida.
Una vez que el niño, niña o adolescente es entregado en guarda legal con fines de adopción, no pasan más de seis meses y allí, a partir de un trámite breve, se concreta la adopción. Es muy importante remarcar que NO existen trámites eternos, que duren años y desde el Registro y desde los Juzgados de Familia se facilita todo el trámite y se acompaña a los postulantes durante y después de concretada la adopción.