“¿Cómo un paciente joven puede llegar a un paro cardíaco?” Es la pregunta que se hace el Dr. Jorge Valdecantos, director del Hospital Padilla. Aún caben grandes interrogantes, en una jornada triste y llena de incertidumbres, respecto a la evolución del joven oficial. Este lunes por la mañana, en conversación con Fabiana Orqueda (Radio 21 Tucumán AM 1120), la máxima autoridad del nosocomio habló sobre la salud del bombero que debió ser hospitalizado a raíz de un colapso estructural, mientras sofocaba las llamas del Mercado Persia. Formaba parte de la cuadrilla que atacaba el foco principal del incendio. El joven de 26 años quedó atrapado en un derrumbe, al ceder las barras de hierro que formaban parte de la estructura del techo. Varios kilos de mampostería y metal incandescente cayeron sobre él y otros 3 oficiales, provocándole las heridas que derivaron en su traslado urgente al nosocomio, donde se encuentra en delicado estado. Este es parte médico, a un día del siniestro que arrasó con el tradicional paseo de compras.
--Dr. Valdecantos, queríamos saber, ¿que nos puede informar con respecto al bombero que ha sido ingresado al Hospital Padilla?
--Él ha ingresado ayer, alrededor de las 13 horas. Lo había traído el 107, creo, y cuando llegó al hospital hizo un paro cardiorrespiratorio. Y el equipo de acá de la guardia creo, que también en conjunto con el 107, trabajaron para reanimarlo, para revivirlo. Entonces se logró la reversión de la situación, quedó estable nuevamente funcionando su corazón y muy probablemente haya sido algo de las vías respiratorias por la hipoxia (nivel de oxígeno en la sangre por debajo de lo normal, particularmente en las arterias). Es lo que me dice la gente acá, que estuvo en la guardia. Estuvimos toda la mañana hoy conversando con ellos para chequear cuáles pueden haber sido los motivos. Porque una vez estabilizado se hicieron todos los estudios, estudios de tomografía, y ahí se pudo ver que tenía traumatismo de cara y de cráneo, que no requieren tratamiento quirúrgico. Y tiene a su vez quemaduras de entre un 35 y un 40 por ciento del cuerpo, por lo cual está estabilizado en una habitación aislada en la terapia intensiva número dos del Hospital Padilla, a cargo del Dr. Pablo Lazarte, y que estuvieron trabajando durante toda la madrugada. El hombre estaba inestable con requerimientos de altas dosis de inotrópicos, que son para mantener una adecuada presión arterial. ¿Para qué necesitamos mantener la presión arterial? Para que el organismo se mantenga estable. Fundamentalmente el riñón, el corazón, el cerebro.... Y hoy, por suerte, durante la mañana, estaba un poco más estable. Iban a empezar a retirar algunas drogas. Son altibajos que se van a suceder en este tipo de pacientes. Así que vamos a seguir trabajando en recuperación de él. Que obviamente es una situación grave. Todo esto ya ha sido hablado con la familia. Esperamos poder seguir trabajando con ellos en este tema.
--Doctor, ¿en qué parte del cuerpo son las quemaduras que presenta
-- Fundamentalmente las piernas y un poco la espalda. Probablemente fue cuando se le cayó el techo durante el incendio. Así es lo que me describen, pero no estuvimos ahí.
--¿Cómo se trata un quemado?
Un quemado se deshidrata fácilmente, porque la piel actúa de un intermediario entre el medio ambiente y nosotros. Y al no tener la piel, cuando uno se raspa o cuando uno se quema, que sale ese suerito, bueno, eso es pérdida de líquido. Entonces uno tiene que estar recomponiendo la cantidad de líquidos. Por suerte el equipo tiene equipamiento, catéteres y todo, para medir adecuadamente la perfusión (paso de un fluido, a través del sistema circulatorio o el sistema linfático, a un órgano o un tejido) del organismo. Hay que tener en cuenta que tiene que estar aislado, porque son pacientes que se pueden contaminar fácilmente.
--Esas heridas a las que hace referencia, las quemaduras, ¿qué limpieza se les hace?
--Por ahora se lo limpia, se lo lava y se las cubre con gasas furacinadas. Se hace lo mismo con una cosa pequeña que con una cosa un poquito más grande.
--Y acá vale también decirle a la gente que cuando nos quemamos, no hay que poner ni dentífrico ni nada de eso, simplemente agua.
--Agua, jabón, y limpiar. Y sí, obviamente duele mucho, por eso justamente en este caso está dormido con una analgesia, para que no tenga dolor y no esté sufriendo. Y esperar, y esto es como toda la quemadura, hay que tener paciencia, esperar la evolución de él, ¿no? Que será siete días.
--Con respecto a la hipoxia que mencionó...
--No sabemos cuál es el desencadenante del paro, es una persona joven, entonces, ¿cómo como un paciente puede llegar a un paro cardíaco? Puede ser por un traumatismo de cráneo, el traumatismo de cráneo no era tan grave, de acuerdo a nuestra experiencia, como para que haga un paro cardíaco. Probablemente el traumatismo de cara puede haber hecho una dificultad en la entrada de aire y eso haya producido una hipoxia, y cuando uno tiene falta de ingreso de oxígeno, también puede producir un paro cardíaco. Además, lo que tenemos que esperar también es la evolución del cerebro, después de un tiempo que ha estado con poca oxigenación. Aparentemente no tendría secuelas, igual hay que esperar. Se han unido varios factores en contra de este pobre muchacho, tenemos que esperar.
--La buena noticia es que la mañana de hoy ya está estable, pasó el cuadro de inestabilidad que tenía anoche.
--De todas maneras, porque estos pacientes hacen estabilidad e inestabilidad en cualquier momento. No es que pasó, yo no utilizaría la palabra pasó, está bien, sí, pero vamos viendo. No podemos garantizarle nada. Solo podemos garantizarle a él la atención permanente, el cuidado con el medicamento adecuado. Es una cosa grave, en otro momento, en otro lugar, en otra circunstancia, quizás no estaría con nosotros, entonces, eso hay que entenderlo, la situación es grave, por ahora está estable, sigamos trabajando.