En su primera celebración con participación plena de la sociedad tucumana y de turistas de todo el país tras la pandemia de COVID-19, que impuso restricciones de aforo a los eventos masivos durante los últimos años, una nueva Pachamama fue elegida en el Valle Calchaquí tucumano, en la cuna de la Madre Tierra, Amaicha del Valle.
Hablamos de Emiliana Mercedes Suárez, de 78 años. La nueva Pacha nació en San José de Chasquivil y vivió ahí hasta los 11 años. Está casada desde hace 52 años y tiene 9 hijos, 27 nietos y 12 bisnietos. “A todos los turistas, que tengan una estadía maravillosa y gracias por habernos acompañado. A los pueblos de Amaicha, gracias por haberme elegido y cuenten conmigo para todo lo que necesiten”, dijo Mercedes durante el acto de coronación en el que remplazó a Felisa Yapura como la nueva Madre Tierra.
Del acto de elección de la nueva Pachamama, en el que participan asociaciones gauchas, copleras del valle, artesanos y grupos folclóricos, estuvieron presentes el vicepresidente de la Legislatura de Tucumán, Regino Amado; el intendente de Tafí del Valle, Francisco Caliva; el comisionado comunal de Amaicha del Valle, Paul Caillou, y el cacique de la comunidad originaria, Miguel Flores, entre otras autoridades y referentes.
“Por instrucciones del gobernador Juan Manzur y del vicegobernador Osvaldo Jaldo acompañamos al pueblo amaichense en este día tan especial. A la nueva Pachamama le pedimos por un año auspicioso, lleno de trabajo y prosperidad para todos los tucumanos”, contó Amado.
La Fiesta de la Pachamama cierra el ciclo que inicia con la ceremonia que se realiza cada 1° de agosto y que posee una intención rogativa, de pedido por un buen año agrícola. En tanto, en el mes de febrero, durante la época de cosecha, se agradece a la Madre Tierra con carnavales y fiestas.
“Es la fiesta más antigua del Noroeste Argentino, y vivirla desde adentro es muy emocionante. Vemos cómo la gente se divierte y ese es el objetivo: la Pachamama te hace compartir, hacer nuevos amigos”, celebró Caillou a la vez que recalcó el peso no solo cultural, sino económico de la fiesta: “es el momento más importante para el turismo y la economía de Amaicha, es un tiempo de producción y trabajo; por eso el Gobierno de Tucumán invierte recursos para que la festividad se pueda llevar adelante”. Al mismo tiempo, el delegado comunal definió a la figura de la Pachamama como “una guía espiritual, un baluarte cultural y de vida”.
En esa misma línea se expresó Flores al caracterizar la fiesta como “el momento más especial para el pueblo, porque nos aferramos a nuestra Pacha para pedir por nuestro porvenir, para que nos vaya bien en todo sentido”, manifestó. “Con esta fiesta vivimos y mostramos nuestras costumbres. Es el sentir de Amaicha, porque nosotros nos expresamos con sentimientos más que con palabras”, agregó el referente de la comunidad originaria.
Desde el Ente Tucumán Turismo (EATT), su presidente, Sebastián Giobellina, celebró que esta Fiesta vuelva a celebrarse, ya que constituye uno de los festejos emblemáticos del Norte Argentino durante el fin de semana largo de Carnaval. “Si hablamos de Carnaval, hablamos del Norte Argentino y, en este sentido, Tucumán tiene mucho para ofrecer a quienes quieren conocer las tradiciones de nuestro pueblo, con la elección de la Pachamama como eje central”.
El funcionario destacó, además, los altos niveles de ocupación que se registran en toda la Provincia: “la temporada de verano va llegando a su fin con números auspiciosos en la mayoría de las localidades turísticas, lo que significa la posibilidad de trabajar y generar ingresos para cientos de familias”.