La transición institucional en Juan Bautista Alberdi tuvo este jueves un capítulo clave: el ministro del Interior, Darío Monteros, recibió al ex interventor Guillermo Norry y a su equipo para realizar un balance final del proceso que culminó con la asunción del intendente electo, Bruno Romano.
El encuentro permitió repasar los avances logrados durante los 120 días de intervención, un período que —según ambas partes— dejó al municipio “ordenado, operativo y con tranquilidad social”.
Un municipio en marcha y con cuentas ordenadas
Monteros abrió la reunión agradeciendo formalmente el trabajo desplegado por el interventor y destacó que Alberdi “queda en pleno funcionamiento en todas sus áreas: Gobierno, Obras Públicas, Seguridad, Hacienda, Desarrollo Social y cada una de las áreas”.
El ministro subrayó también que se entregan “cuentas ordenadas y recursos que permitirán al nuevo intendente continuar prestando los servicios básicos indispensables”, una condición que consideró determinante para garantizar continuidad institucional.
Entre los avances, Monteros destacó la reactivación de una obra histórica: el ingreso a la ciudad, paralizado durante años y por distintas gestiones.
Tras una serie de gestiones conjuntas, la obra pasó de la órbita nacional a la provincial, que realizó un aporte superior a 3 millones de pesos. Con los trabajos nuevamente en marcha, se estima su finalización entre febrero y marzo del próximo año.
Antes de concluir, el ministro aseguró que el Gobierno provincial seguirá acompañando a Romano y al Concejo Deliberante en los desafíos de esta nueva etapa.
Guillermo Norry hizo su propio balance, con un tono marcado por la responsabilidad cumplida: “Cumplimos las dos premisas básicas del decreto: garantizar la institucionalidad y asegurar los servicios públicos para toda la comunidad”.
En su repaso, remarcó que los principales logros estuvieron vinculados a la ejecución de obras y, especialmente, a la recuperación de la seguridad: “Se realizaron numerosas obras con apoyo de la Provincia y, sobre todo, se devolvió la armonía y la tranquilidad al pueblo. Hubo una verdadera reconciliación entre los vecinos”.
Norry también dejó una mirada humana del proceso vivido: “Hoy los vecinos pueden caminar de noche por las calles. Antes eso no ocurría. Yo viví en Alberdi durante la intervención y nunca recibí una agresión. Al contrario, los vecinos me brindaron cariño y acompañamiento permanente”.
El ex interventor reconoció que el tiempo fue limitado, pero dejó una frase que resume su cierre de gestión: “Hoy Alberdi tiene gobierno, tiene intendente, tiene concejo y tiene una esperanza”.
Con ese espíritu, aseguró retirarse “conforme y orgulloso de un equipo técnico con mucha capacidad y profunda calidad humana”.
























