A 13 años de la partida de Mercedes Sosa

La cantante tucumana fue una de las grandes figuras de la música popular argentina y latinoamericana, marcó una etapa y a través de sus canciones pasó a la inmortalidad.

A 13 años de la partida de Mercedes Sosa

Un 4 de octubre de pero de 2009, murió en Buenos Aires la cantante tucumana Mercedes Sosa, un ícono de la música popular argentina.

Creció en una familia humilde en Tucumán. Su primera oportunidad de cumplir sus sueños como cantante llegó a los 15 años cuando participó de un concurso de canto en la radio LV12. Cantó “Triste estoy”, de su admirada Margarita Palacios, con el pseudónimo Gladys Osorio. Ganó dos meses de contrato y el dueño de la radio tuvo que ir hasta su casa para pedirle a su madre que la dejara cantar. Su padre se enteró dos meses después, cuando escuchó a “la Marta” en la radio.

Se casó en julio de 1957 con el músico mendocino Manuel Oscar Matus y tuvieron a nació Fabián, su único hijo. Matus produjo sus primeros discos, Canciones con fundamentos (1959) y La voz de la zafra (1961), que desde los títulos sintetizaban su ideología.

Con la voz de la Negra, las letras de Armando Tejada Gómez y la música de Matus nació el Movimiento Nuevo Cancionero. Los tres publicaron un manifiesto en febrero de 1963 para la creación de una música nacional de contenido popular, que integrara la diversidad cultural del país y que promoviera el intercambio con grupos similares de Latinoamérica.

Después de hacer giras por Latinoamérica, Estados Unidos y Europa, llegó la dictadura militar, que prohibió varios de sus discos y se la llevó detenida después de un concierto. En febrero de 1979 se exilió en París con su hijo. Los trece conciertos de su regreso al país en 1982 quedaron documentados en el histórico disco doble Mercedes Sosa en vivo en Argentina.

Editó 47 discos, cantó con Charly GarcíaGustavo CeratiAtahualpa Yupanqui, Ariel Ramírez y León Gieco, y con Luciano Pavarotti, Andrea Bocelli, Sting, Gal Costa, Chico Buarque y Shakira, entre otros grandes músicos. La aplaudieron de pie en el Carnegie Hall de Nueva York y otros teatros del mundo.

Entre su enorme repertorio, se destacan “Alfonsina y el mar”, “Zamba para no morir”, “Como flor de campo”, “Agitando pañuelos”, “Como la cigarra”, “Gracias a la vida”, “Ojos de cielo”, “Dale alegría a mi corazón”, “María, María” y “La estrella azul”, entre otras tantas.