San Martín sufrió una dura caída frente a Independiente, en el duelo postergado correspondiente a la fecha 1 de la Súperliga, y si bien el resultado fue exagerado por lo visto en cancha, la sensación de bronca no se la quita nadie al plantel.
Uno de los más indignados fue el arquero Jorge Carranza, que fue protagonista de la polémica del partido, cuando golpeó en un centro a Nicolás Figal y Facundo Tello, árbitro del encuentro, señaló penal. El encargado de cuidar el arco de los Santos analizó el duelo.
"Nos vimos superados en algunos pasajes del primer tiempo, pero en el segundo tiempo fuimos superiores los primeros 30 minutos y no pudimos llegar al empate hasta que el árbitro decidió terminar el partido a los 33. Ni siquiera es dudoso el penal, el árbitro me tiene que proteger a mí, no al delantero porque el delantero viene al choque, yo voy a la pelota", explica su visión de la jugada que derivó en la pena máxima.
"El árbitro no quería que lleguemos al empate, el partido estaba parejo, el rival pudo ganarlo, pero el penal les allanó el camino. El lineman cobró el penal, pero no fue penal, es inexistente: le pego a la pelota, si hubiera salido a destiempo el rival la hubiera cabeceado al gol. Si no hubiera cobrado ese penal, no sé cómo hubiera terminado el partido", agregó molesto Carranza, en diálogo con El Tucumano.
Lo cierto es que esa jugada fue la visagra del encuentro, porque después de que Fernando Gaibor anotará, San Martín se desmoronó hasta sufrir la goleada. Rápidamente, deberá hacer borrón y cuenta nueva, y pensar en el duelo trascendental frente a Patronato.