Con la fundación de la ciudad de Tres Arroyos a fines del siglo XIX se consideró imprescindible la creación de un hospital que atendiera las necesidades de la población y de la zona en materia sanitaria. Por ese tiempo nuestra ciudad carecía de profesionales de la medicina, no obstante, era visitada a menudo por curanderos, y sacamuelas que se encargaban de la atención de los enfermos con sus precarios conocimientos.
En el año 1885, llega y se instala en nuestra ciudad el doctor Adolfo Sánchez de León de origen español, Sánchez de León es quien proyecta y ejecuta el primer "hospital de emergencia" de la ciudad que se instaló en una casa que era propiedad del señor Manuel Duran, situada en la calle Alsina entre Reconquista y Brown, al cual se le dio el nombre de "Hospital Tres Arroyos", haciéndose cargo de la dirección el propio Sánchez de León.
La ciudad crecía y las necesidades en materia de salud pública aumentaban por lo que en poco tiempo fue insuficiente el local habilitado para la atención de enfermos, por ello en una de las reuniones del Concejo Deliberante en 1888, se sancionó una ordenanza destinando diez mil pesos con el objeto de dotar al nosocomio con edificio propio, pese a la buena voluntad y el fin perseguido, quedó sin efecto por lo escaso de los recursos destinados.
Nueve años más tarde y por esa misma suma - diez mil pesos se adquiriría al señor A. Jáuregui, una manzana de tierra y el edificio que poseía en la calle Pedro N. Carrera y en cuyo local está instalada la escuela de Artes y Oficios. En aquella oportunidad la Municipalidad aportó siete mil pesos siendo los tres mil restantes deducidos a los sueldos de los empleados como contribución de éstos a la obra a crear.
Por ordenanza municipal del año 1907 se le da el nombre de "HOSPITAL PIROVANO" en memoria y homenaje al doctor Ignacio Pirovano pionero de la cirugía. Desde 1897 a 1924 el hospital funcionó en ese local de la calle Pedro N. Carrera.
En el año 1918, ante las crecientes necesidades sanitarias de Tres Arroyos y la región se crea la Comisión Pro Construcción del Hospital encabezada como presidente por Juan B. Istilart y secundado por; vicepresidente, Félix Ayastuy; secretario, Miguel Guisasola; prosecretario, Roberto Traversi; tesorero, Vicente Bayugar, Vocales; Lorenzo Olivero, Martín Groppa, Nicolás Frugone, Juan Faccioli, Blas Ambrosius y Miguel Aizpurúa.
Es Félix Ayastuy quien realiza la primera donación de 10 mil pesos que asientan las bases para comenzar una suscripción pública para la reconstrucción del hospital.
La Comisión lanzó un proyecto de suscripciones públicas: 5 suscripciones de 10.000 pesos, 10 de 5000, 15 de 3000, 20 de 2000 y varias de 50 pesos, para alcanzar la meta establecida de 235 mil pesos. Se especificaba que los pagos se harían en cinco cuotas en un plazo no menor de tres meses. Los donantes de 10.000 o más pesos, tendrían derecho a dar su nombre a un pabellón; los de 5.000 darían su nombre a una sala y los restantes figurarían en placas permanentes dentro del establecimiento.
15 de enero de 1919, se eligen varios lotes de propiedad municipal sitos en la chacra número 9, letra E, del ejido de Tres Arroyos. Para su compra la Comisión aportó 143.000 pesos el resto fue donado por el vecino Manuel Iturralde y poco a poco comenzó a levantarse el edificio de 19.400 metros cuadrados.
Luego de cuatro años en los cuales de debieron sortear algunos obstáculos burocráticos, el edificio aún no terminado comienza a albergar a los primeros enfermos para cubrir las necesidades ya insuficientes del local ocupado en Pedro N. Carrera.
Finalmente el día 27 de julio de 1924 se procede a inaugurar el nuevo hospital estando presentes en el acto el Gobernador de la Provincia, doctor José Luis Cantilo; el intendente municipal, señor José V. Aldasoro; el presidente del Concejo Deliberante, señor Juan Guillamón el juez de paz del distrito, señor Francisco L. Suárez: el presidente del Consejo Escolar, señor Francisco Robledo: el comisario de policía, señor Andrés Carcano: el cura párroco, R. P. José Alonso, y una multitud de pobladores que se sumaban a los festejos por la inauguración del Nuevo Hospital Pirovano, que por fin era un hecho, 39 años después de la llegada del doctor Adolfo Sánchez de León, a nuestra ciudad.