“Paren el mundo, me quiero bajar” gritó Mafalda desde la pluma del genial Quino. Paradójicamente nadie se pudo bajar. La pandemia de Coronavirus puso en jaque al mundo entero, y nuestra ciudad, no fue la excepción. Con la buena fortuna que no han tenido otros municipios, atravesamos, hasta ahora con cierta tranquilidad, pese a algunos sobresaltos, 100 días de una cuarentena de nunca acabar.
En estos 100 primeros días vale destacar el trabajo realizado por el área de Prevención y Salud de la Municipalidad de Tres Arroyos, que desde el minuto uno, acató y se sumó a las directivas que desde Nación y Provincia, se establecían a diario, incluso anticipándose en algunas cuestiones fundamentales y logrando grandes adelantos preventivos como sin duda lo fue, aunar los esfuerzos del sistema de salud pública y privada, para enfrentar un posible brote de Covid – 19.
Los partes nocturnos del Dr. Gabriel Guerra se convirtieron en rutina, cada noche, como sentarse ante el televisor para mirar nuestro programa favorito. Quien primero lo recibía, lo reenviaba a todos sus contactos. La intranquilidad o la calma dependían de sus palabras.
Días previos al inicio de la cuarentena los primeros movimientos preventivos comenzaron a desarrollarse en Tres Arroyos. El día 13 de marzo se decretó en el Municipio, la Emergencia Sanitaria en sintonía con lo dispuesto por Nación y Provincia.
Por motus propio las instituciones comenzaron a suspender las actividades programadas. El puntapié inicial lo dio la Subcomisión de Futbol del Club Huracán al suspender la continuidad de la Copa Aiello. La Fiesta del Olivo, La Fiesta del Asado Pampeano, el 5to Concurso de Pesca del Río Quequén y el inicio del campeonato de automovilismo fueron las primeras "víctimas" del Coronavirus.
Cuatro días más tarde desde la Dirección de Deportes de la Municipalidad de Tres Arroyos, se anuncia la suspensión de todas las actividades deportivas y el día 18 ante el inminente anuncio del inicio de la cuarentena a nivel nacional desde el Ejecutivo Municipal se establece el cierre por decreto de todos los lugares de concurrencia masiva.
Aquellos primeros días de cuarentena en la ciudad fueron tomados con cierta liviandad por parte de los ciudadanos, a tal punto que en los primeros tres días más de 50 personas fueron imputadas por violar la cuarentena. Poco a poco la ciudadanía fue entrando en razón con una fuerte campaña de concientización que La Municipalidad lanzó.
El día 29 de marzo se anuncia, el trabajo en conjunto de los sistemas de salud público y privado, un hito sin precedentes, en el cual, con un protocolo de seguridad estricto el Hospital Municipal, el Sanatorio Hispano y PoliCoop aúnan esfuerzos para combatir un posible brote de coronavirus, cada institución aportando equipamiento, móviles y profesionales para una mayor y efectiva organización.
Así llegamos al mes de abril, sin dudas, el mes más caótico que vivió la ciudad hasta estos días. La reapertura de los bancos y la largas colas de personas y de ocasionales transeúntes fue un fuerte llamado de atención para las autoridades sanitarias que tuvieron que redoblar los esfuerzos de concientización y prevención sanitaria.
La calma y el desenvolvimiento de muchos ciudadanos , tuvo su fin el 9 de abril cuando se detectó el primer caso de Covid -19 en el Partido de Tres Arroyos, mas precisamente en la localidad de Orense, cuando un ciudadano se contagió por violar la cuarentena. Todo fue caos a partir de ese momento: audios falsos que preocuparon, indignaron y generaron interrogantes, endurecimiento de posturas y controles vecinales en los distintos ingresos a las localidades del Partido.
El 14 de abril, pobladores de Claromecó impiden el ingreso a la villa del hijo de un fiscal proveniente de Brasil, que posteriormente fue "echado" de la localidad. Ante este hecho el delegado del Ente Descentralizado de Claromecó, Carlos Ávila, presentó su renuncia por no poder impedir el ingreso del viajante.
Esto motiva también el endurecimiento de los controles sanitarios en rutas e ingreso a la ciudad, mientras que para el día 21 de abril el Municipio es incluido entre los distritos con excepciones al aislamiento, social, preventivo y obligatorio.
Luego de un mes y medio sin actividad, el primero de mayo reabren los comercios con horarios restringidos y bajo un estricto protocolo de prevención y seguridad, paulatinamente desde ese momento comienzan a flexibilizarse las actividades económicas.
El 8 de mayo se habilitan nuevas rubros, como la construcción y las salidas recreativas. Por primera vez, los tresarroyenses, barbijo mediante, dejamos de reconocer a quienes desde la distancia nos alzaban el brazo o nos gritaban en señal de saludo.
Poco a poco la ciudad comenzó a entrar en esta “nueva normalidad” de la que tanto se habla, paulatinamente y con un plazo de quince días entre unas y otras comenzaron a habilitarse más disciplinas, en primer término las actividades deportivas individuales como tenis y golf.
Llegamos a junio con la reapertura de los gimnasios y la habilitación de las reuniones familiares, luego de dos meses y medio, la mesa de los domingos nuevamente está completa.
Finalmente ingresamos el día 19 ingresamos a la tan ansiada y esperada fase 5, con la habilitación de las actividades gastronómicas y el permiso para mantener reuniones sociales de hasta diez personas.
Llegó la libertad, esta libertad frágil de estos días, esta libertad que pende de un hilo y que podemos volver a perder en cualquier momento, por lo que, es preciso cuidarla, mantenernos alertas y responsables.