Este fin de semana en el del Museo Municipal Virginia Choquintel, de Río Grande, un grupo de voluntarios junto al Centro de Interpretación de Aves de la Reserva Costa Atlántica (CIRCA), emprendieron con la restauración del esqueleto de la ballena Fin recuperada hace dos años atrás en las costas de la ciudad.
"Hemos iniciado con esta difícil tarea de comenzar a acomodar y ordenar las piezas, es como armar un rompe cabezas", dijo Tabaré Barreto, personal técnico del CIRCA- del Municipio de Río Grande.
El técnico indicó que "es la segunda ballena más grande del mundo, la más grande es la azul. En este caso particular este espécimen era muy joven y solo mide 16 metros. Poder recuperar este esqueleto nos llevó más de 200 horas de trabajo".
Una vez armada la ballena será exhibida en las instalaciones del CIRCA, "que calculamos, esa tarea nos va a demandar unos meses más de trabajo" adelantó Barreto.
La ballena fin o ballena de aleta puede bucear hasta profundidades de 230 metros y emitir sonidos de baja frecuencia de hasta 188 decibeles. Pueden ser detectados por otras Ballenas fin hasta 850 kilómetros de distancia. Llegan a medir hasta 27 metros de longitud y pesar hasta 120 toneladas. Poseen un cuerpo delgado, capaz de alcanzar velocidades de hasta 37 km/h, con breves trayectos de hasta cerca de 47 km/h.