Realicó, una ciudad pampeana de unos 7.500 habitantes ubicada a 180 kilómetros al norte de la capital, Santa Rosa, en el cruce de las rutas nacionales 188 y 35, es considerada el punto central de la Argentina ya que se encuentra a menos de 600 kilómetros de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Bahía Blanca y Rosario.
Con un importante tránsito de empresas de transporte que otrora la atravesaban en todas direcciones, la localidad sufre por estos días el abandono de su Terminal de Ómnibus que, aunque permanece abierta, es presa del deterioro de sus instalaciones, algo que los vecinos denuncian indignados.
Prácticamente ya no hay ingresos de micros y para viajar a Buenos Aires los realiquenses deben ir a tomar el colectivo a General Pico, Villegas u otro destino, según se denuncia la situación en el portal Infotec. Apenas un puñado de transportes ingresan a la terminal siempre que haya pasajes vendidos, y el resto de las empresas descartaron a la ciudad como uno de los puntos de recepción de pasajeros del norte pampeano y la zona de influencia.
La suciedad que se verifica por todos lados unido al cierre del restaurante y de las boleterías, conforman una imagen lamentable para el viajero que tenga que utilizar el escaso servicio que se presta y que desde hace años viene en franco retroceso.
Las empresas que actualmente operan en la ciudad son Andesmar, Tramat, Dumas y La 20 de Junio, todas representadas por una agencia local cuya responsable, ante la compleja situación sanitaria por la pandemia del coronavirus y los robos que sufrió por estar sola la mayor parte del día en el edificio, acordó con las compañías de transporte continuar la atención desde su domicilio y ofrecer la venta de pasajes de manera online mediante un convenio con el sitio digital “Plataforma 10”.
Por esa vía, se venden pasajes a Mendoza, Mar del Plata, Santa Rosa y Córdoba, pero se recomienda a quien tenga que viajar realizar la compra con al menos seis horas de anticipación para que el chofer del micro pueda conocer la hoja de ruta e ingresar a Realicó. La 20 de Junio hace su parada en una estación de servicio y otras empresas que antes entraban a la terminal ahora pasan de largo, tal lo relatado en la crónica.
Paradójicamente, la ciudad tiene un nuevo edificio construido para la terminal y finalizado desde hace mas de siete años, aunque nunca fue inaugurado por falta de habilitaciones nacionales relativas a la accesibilidad del lugar y que no se entiende cómo no han podido ser subsanadas. Realicó sufre el absurdo de tener dos terminales de ómnibus y ninguna en condiciones.