Tres hermanas que viven en el barrio Villa Alonso de Santa Rosa, se enteraron el pasado noviembre, con unos días de diferencia, que estaban embarazadas y que las tres esperaban el nacimiento de sus bebés para julio.
La particular historia salió a la luz luego de una entrevista que las hermanas realizaron con La Arena y que fue difundida por Vía Santa Rosa a mediados del mes de junio, en la que Verónica, Paula y Gabriela Agüero contaron entre risas las curiosidades y múltiples coincidencias de sus respectivas gestaciones.
Verónica esperaba a su hijo Milo para el 9 de julio. Dos días antes, el 7, Paula, que ya tiene un varón, tenía fecha para que nazca Juanita. Y Gabriela, que es madre de dos niñas, aguardaba para el 13 el parto de Agustín. Es decir, luego de los nacimientos, las tres quedarían con uno, dos y tres hijos respectivamente.
Las tres Agüero trabajan como docentes en la misma escuela, las tres se atienden con el mismo médico, las tres esperaban los nacimientos para la misma semana y dos de sus maridos se llaman Hugo. Pura coincidencia.
Unos días antes de lo previsto, el sábado 4 de julio nació Milo, el bebé de Verónica, a las 10:22 de la mañana. El martes 7, tres días después y con media hora de diferencia, llegaron al mundo Juana y Agustín, los bebés de Paula y Gabriela respectivamente.
Verónica es la primera de las hermanas en haber nacido y tuvo a Milo, su primer bebé. Paula, la segunda de las hermanas, tuvo a Juana, su segunda hija, y Gabriela, la tercera hija de sus padres, tuvo a Agustín, su tercer hijo. El orden y el juego de casualidades fue nuevamente reflejado por La Arena en una entrevista con las protagonistas.
Gabriela cuenta que tenía programado el parto para el martes 7 y alrededor de las 8:30 horas, estando ya en el quirófano y con la anestesia puesta, "entra el médico a decirnos que no podíamos empezar porque tenía que asistir a otro parto", el de su hermana Paula.
Carlos Berezovsky, el médico obstetra que las atendió en la Clínica Modelo, no tenía respiro: "iba corriendo de un lado a otro porque estaba a punto de arrancar conmigo y le llegó el mensaje donde le avisaban que nacía mi sobrina", contó Gabriela. A las 8:52 nació Juanita, y al rato, a las 9:24, su primo Agustín.
El capítulo de sus embarazos y partos estuvo atravesado por la cuarentena, un elemento agregado a la particularidad de las múltiples coincidencias de esta historia y que seguramente lo hará inolvidable para toda la familia.
Sobre el final de la entrevista, las Agüero coincidieron en destacar "el excelente trabajo de asesoramiento y contención" de los médicos y enfermeros que estuvieron cerca de ellas, "a las parteras Paula, Sole y Cecilia, unas genias", y al médico Berezovsky, que "anduvo de acá para allá", concluyeron.