La Fiscalía Regional de Santa Fe confirmó este lunes que pedirá 40 años de prisión para un pastor evangélico por abuso sexual. El hombre de 70 años afronta un juicio por delitos en perjuicio de siete menores de edad que asistían a la Congregación Cristiana Pueblo de Dios.
Al líder religioso lo detuvieron el 27 de octubre en 2019, cuando fue a votar en Puerto Iguazú por las elecciones nacionales. Por entonces ya pesaba sobre él un pedido de captura del Ministerio Público de la Acusación (MPA) debido a supuestas agresiones a niñas y adolescentes en un templo ubicado sobre Gorriti al 4600.
Según consta en el expediente judicial, el pastor evangélico identificado por sus iniciales como A. A. cometió abusos reiterados entre 2015 y 2017. La pesquisa comenzó cuando el padre de dos víctimas hizo la denuncia y se abrió una causa a cargo de la unidad fiscal especial de Violencia de Género, Familiar y Sexual (Gefas).
La evidencia recolectada por la fiscal Alejandra del Río Ayala indica que el religioso agredía a las niñas y adolescentes en su automóvil. También las sometía cuando se quedaban a dormir en la Casa de Oración de la congregación religiosa.
La funcionaria recordó que en algunos casos detectaron el uso de “violencia para neutralizar” a las víctimas. En otras ocasiones recurrió a su “autoridad religiosa” e incluso llegó a amenazarlas con una suspensión de sus actividades en el templo si se resistían.
Una causa que se destrabó en un cuarto oscuro de Misiones
A. A. huyó a la provincia de Misiones, donde tenía domicilio. Sin embargo, las autoridades lo capturaron el día que fue a votar en las elecciones nacionales.
En el inicio del juicio oral, el religioso fue imputado por abuso sexual con acceso carnal, abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual simple reiterado. Todos los delitos se consideran agravados porque era un ministro de culto.
La acusación formal se refiere a la situación de cuatro de las seis víctimas. Además, el MPA lo considera responsable de la promoción a la corrupción de menores agravada, dos hechos de amenazas, otro por abuso de autoridad y un tercero por violencia.
La Congregación Cristiana Pueblo de Dios es reconocida por el Registro Nacional de Cultos y en Santa Fe. Además de la sede donde ocurrieron los abusos, tiene un predio en la localidad de Ángel Gallardo, donde residen más de 200 adherentes.