Una jueza determinó que se suspenda una medida cautelar y así autorizó a fumigar en los alrededores de la localidad de Sastre. La medida interrumpió así una orden que prohibía realizar aplicaciones terrestres en un radio menor a 400 metros de la localidad y de 1.500 para fumigaciones aéreas.
La decisión de interrumpir las fumigaciones había llegado en diciembre cuando el juez de primera instancia de distrito en lo Civil, Comercial y Laboral Nº 11 de San Jorge, Daniel Zoso, dictó la medida cautelar a partir de un amparo ambiental impulsado por los padres de Zoe Giraudo, una niña de dos años que sufre cáncer y que vive en una casa expuesta a las fumigaciones, pese a que los médicos le recomendaron evitar las áreas contaminadas.
Pese a la feria judicial de enero, unos veinte productores agropecuarias pudieron ingresar en la causa como terceros interesados ya apelaron la decisión del magistrado argumentado su "derecho a trabajar". A través del abogado patrocinador Iván Cullen lograron que la juez de turno, Beatriz Forno de Piedrabuena, dejaran sin efecto la medida cautelar.
Port otra parte, el municipio contrató a un asesor externo para apelar el pedido de los vecinos afectados por las fumigaciones que en todo 2018 solicitaron la readecuación de la norma local, sin obtener respuestas positivas de las autoridades.