Fueron los vecinos quienes decidieron ponerle fin a la situación y llamaron a la policía. Cuando los agentes ingresaron a la casilla, se encontraron con un gravísimo caso de violencia familiar con un nene de apenas tres años desfigurado por los golpes que al parecer le propinaba su padre.
El hecho conmocionó hace una semana al barrio San Agustín II de Santa Fe hace una semana y mientras el menor se recupera, los fiscales del caso compartieron con la prensa estremecedores detalles del estado del pequeño al momento de ser hospitalizado.
"Cuando los policías pudieron ver al nene, estaba casi muerto, totalmente deformado por los golpes, con moretones, cortes y ampollas por quemaduras de distinto tipo. Apenas podía abrir los ojos por los chichones. Apenas el chiquito vio a la mujer policía le tiró los brazo y se agarró fuerte de su cuello. Quería irse con ella", relató la fiscal Alejandra del Río Ayala.
Por el caso, cumple prisión preventiva el padre del niño, cuyas iniciales son C.E. y tiene 25 años por el delito de delito de tentativa de homicidio calificado por el vínculo, en calidad de autor, mientras que la actual pareja del presunto atacante, identificada como N.L. (20), fue imputada como coautora.
La historia es compleja por dónde se lo mire. Al parecer el hombre no quería a su hijo y demostraba su desinterés con una violencia inexplicable. "Cuando el menor nació, no lo reconoció como suyo. Ni siquiera le dio su apellido. Fue entonces que se separó de su esposa, con la que tenía otro niño, que hoy tiene 6 años", relató la fiscal.
Siempre en base a lo afirmado por la funcionaria, los chicos vivían con su madre en Santo Tomé, mientras que C.E. formó otra familia con N.L. en barrio San Agustín II, en la zona noroeste de la ciudad, y juntos tuvieron otro bebé, que ahora tiene 1 año.
Todo cambió este año, cuando la casa de la ex mujer del imputado se incendió. "Los niños estaban solos en ese momento. Por ese incidente, las autoridades dispusieron que sea el padre quien tenga la guarda de los menores. Prácticamente, lo obligaron a aceptar al nene de 3 años y darle su apellido", dijo la funcionaria del MPA.
"El hombre agredió al niño físicamente de manera continua y sistemática, lo golpeó e incluso lo quemó con cigarrillos para luego dejarlo encerrado en el domicilio", señalaron los fiscales. A la hora de justificar la tentativa de homicidio, desde el MPA remarcaron que el papá del menor "cometió estos hechos con conocimiento del peligro de su acción y voluntad en cuanto al resultado. Además, de no ser por el aviso de un vecino a los servicios de emergencia, las lesiones que sufrió el niño hubieran desembocado en su muerte".