Si al argentino promedio le cuesta horrores el encierro de cuarentena, qué decir del deportista de elite, que vive del entrenamiento y que ya hace cuatro meses que tiene la rutina completamente alterada. Vía Rosario dialogó con cuatro santafesinos de destacada actuación a nivel internacional en sus respectivas disciplinas, para contar cómo se las ingeniaron para mantenerse en forma y cómo están atravesando esta dura etapa.
Vanina Correa, arquera de fútbol
"Ahora estoy entrenando casi normal, porque me dejan ir a la cancha, pero al principio fue muy duro", describió Vanina Correa, arquera de San Lorenzo y de la Selección femenina. Es que luego de pasar dos meses y medio "sin hacer nada", cada jugadora tuvo que reconvertir su casa en un campo de entrenamiento, con el preparador físico dando instrucciones por Zoom. "Algunas chicas viven en un monoambiente y se les hacía realmente complicado entrenar", contó.
En su caso usó el living y la terraza para ponerse en forma y practicar las habituales revolcadas de las guardavallas. Pero ahora que puede salir, se siente algo más liberada física y mentalmente. "A las chicas que están en zonas más complicadas les dieron vacaciones hasta el 27 de julio porque es agotador entrenar adentro y ni siquiera saber si este año vas a poder volver a jugar", dijo la ex arquera canalla.
Tal como ocurrió con el fútbol masculino, se presentó un protocolo para el regreso de todas las categorías, pero todavía no hay fechas. En cuanto a la Selección, este año tenía pendiente cinco fechas Fifa, que pasaron al 2021, año en el que se iba a jugar la primera Copa América femenina. "Pero todavía no sabemos dónde ni cuándo se jugará", señaló.
Eduardo Bonomo, waterpolo
"Aunque Santa Fe esté en fase 5, nosotros estamos en fase 0, es muy difícil volver al agua", relató Eduardo Bonomo, waterpolista santafesino que participó con la Selección argentina en el último panamericano. "Este tiempo estuve haciendo mucho circuito funcional, con el profe dirigiendo por Zoom. Particularmente trabajé las zonas del cuerpo más usadas por mi puesto, y en transferencias de velocidad y explosión, con movimientos intensos en fracciones de 12 segundos, que es lo que suelen durar las jugadas", abundó.
Bonomo contó que recién en las últimas semanas los dejaron empezar a salir a correr e ir al gimnasio, algo que le vino muy bien. "Ayudó físicamente pero sobre todo sirvió para despejar la cabeza", agregó. Sin embargo admitió que habrá que hacer una dura readaptación para compensar los cuatro meses sin pileta.
"Las piletas ahora las habilitaron pero con un protocolo muy estricto, deben calentarse, sólo se pueden usar por 40 minutos, cuando nuestro entrenamiento habitual dura dos horas y media", señaló. Además, ante la fuerte caída en el pago de cuotas en clubes, el deportista que quiera utilizarla debe abonar una cuota extra de $4500 mensuales que no todos tienen.
El joven se dedica además a la actividad gastronómica, algo que también está casi paralizado. De allí que destaque la importancia de la beca nacional. "Este año teníamos dos torneos lindos con la Selección que se suspendieron, y todavía no sabemos cuándo se jugarán. La verdad que la competencia se extraña muchísimo", sentenció.
Federico Molinari, gimnasia artística
"La cuarentena me afectó mucho desde lo mental, por la incertidumbre que me generaba no saber cuándo iba a poder competir", relató Federico Molinari, que el año pasado logró la medalla de bronce en los Panamericanos. "Lo superé enfocándome en otras cosas, como en lo familiar y en los proyectos personales. Eso también me ayudó a reacomodarme en la parte física y deportiva, donde un sponsor me armó un gimnasio en casa y pude mantenerme bien físicamente", relató.
En lo que reconoce que le falta es en la la alimentación. "Es el problema más grande de estar tanto tiempo encerrado, porque se complica con el peso. Ahora que volví al gimnasio estoy tratando de comer mejor. Más adelante me enfocaré en nuevos objetivos deportivos, pero eso será recién para 2021", cerró.
Nicolás Capogrosso, beach volley
"Ahora estamos entrenando bastante normal, no vino aún mi compañero de Entre Ríos (Julián Azaad, con quien ganó la medalla de bronce en Lima), y mientras tanto me fui poniendo en forma en casa, con el gimnasio que me armó el cuerpo técnico que me trajo pesas y barra olímpica", dijo.
Tras recibir la habilitación por estar Rosario en fase 5, pudo regresar a la playa de La Florida, donde de poco va recuperando el contacto con la arena. "Tenía muchas ganas de pisar la cancha pero me costó. Después de un mes, recién ahora me estoy poniendo bien físicamente porque me faltaba mucho desde lo aeróbico, pero ya pude agregar un turno más a la rutina inicial", expresó.
Lamentó que se haya suspendido la clasificación olímpica y los partidos previos al mundial de la disciplina, pero ya tiene la cabeza en volver con todo para el año que viene.