El plantel de Colón de Santa Fe retornó a los entrenamientos con la mira puesta en el partido del domingo ante Banfield, por la decimoctava fecha de la Superliga de fútbol, con la esperada vuelta al trabajo del delantero Brian Fernández, quien estuvo ausente la semana pasada y el sábado debió aclarar que no se encontraba "desaparecido".
El equipo que conduce Diego Osella, quien viene de perder sobre la hora ante Central Córdoba de Santiago del Estero, se reencontró por la tarde en el predio que el club posee a la vera de la autopista Santa Fe-Rosario y la principal novedad fue la presencia del ex jugador de Racing Club.
El goleador llegó al entrenamiento en un automóvil conducido por un amigo y en compañía de su prima. Antes de ingresar al complejo del club, Fernández bajó un par de minutos a dialogar con un simpatizante que aguardaba cerca del portón y que se acercó a manifestarle su apoyo.
Fernández se ausentó de las prácticas de la semana pasada por "problemas personales", de acuerdo a la versión del propio Osella, y ahora, con su vuelta a los entrenamientos, se especula con su debut ante Banfield, en un partido clave en la lucha por no descender.
Al menos podrá ir al banco, ya que arribó la habilitación proveniente de la Major League Soccer, donde militó en el Portland Timbers. Fernández, de 25 años, fue noticia el sábado por la tarde, cuando trascendió un supuesto pedido de paradero interpuesto por un familiar ante la policía.
Pero esa condición de "desaparecido" duró un par de horas, cuando se conoció que estaba en la casa de un amigo debido a que se encontraba "amenazado", al parecer por un integrante de su propia familia.
"Decidí estar incomunicado por la situación difícil que estoy atravesando. Desde que llegué de Estados Unidos estoy en la casa de mi amigo Martín. Recién pude hablar con mi mamá", comentó Fernández en diálogo con una radio local.
En esa charla, el delantero adelantó que iba a concurrir a entrenarse el lunes, como finalmente ocurrió.