Lorenzo Ragonat, de cinco años, falleció este miércoles en la ciudad de Reconquista luego de sufrir un accidente en el patio de su casa. El joven se cayó de espaldas de una pila de ladrillos y sufrió una muerte cerebral que acabó con su vida. Su padre, Mariano Ragonat, contó en detalle cómo fue el fatal episodio y los minutos posteriores al mismo.
Ragonat se desempeña como subinspector del Comando Radioeléctrico de la localidad de Avellaneda y en medio del dolor y la angustia por los sucedido, relató: "El martes más o menos a las cinco de la tarde, Lorenzo vino a mi habitación y me dijo que quería salir a dar vueltas con el auto para ir a lo de la tía. Luego salió al patio y al ratito mi señora me pegó el grito de que el nene se había lastimado".
En diálogo con Reconquista Hoy, agregó: "Lorenzo estaba entre una pila de ladrillos y un tapial. Estaba convulsionando. Incluso se me orinó en los brazos". El agente precisó que acto seguido lo llevó al auto y salió tocando bocina. "Pasé el semáforo en rojo, noté que llegando a la escuela nacional no respiraba más por lo que empecé a comprimir su pecho".
Al llegar al hospital de Avellaneda, el efectivo reconoció que por la desesperación dejó el auto en el medio de la calle y luego se bajó "a los gritos". Y añadió: "En el momento cayeron mis vecinos, personal de la comisaria 3° y del Comando Radioeléctrico".
Tras ser asistido, al menor lo derivaron al hospital de Reconquista. "Ahí me dijeron que el daño cerebral era grave. Tenía dos vértebras complicadas contra la nuca". Fueron horas interminables para el efectivo y su familia, quienes veían venir lo peor. "A partir de las once de la noche empezó a bajar el ritmo de su cerebro hasta que tuvo una muerte cerebral".
"Lorenzo no tuvo esta hematoma por el accidente sino que sufrió un aneurisma que le dañó el cerebro", explicó el efectivo al ser consultado sobre las razones de lo sucedido.
Lo cierto es que el menor falleció horas después y Mariano y su familia decidieron donar los órganos. "Vino gente del Incucai y decidimos donar los órganos de Lollo para que ayude a otras personas a que sigan viviendo".
Por último,al hablar de su estado de ánimo, Mariano Ragonat precisó: "Hoy estoy sin palabras. En la policia se cumplen diez años de una nena que salvamos, trabajé en trabajo de parto pero hoy me toca estar del otro lado y no pude salvar a mi hijo".