Gran malestar e indignación generó en la familia de Nilda Farina (51) el paro convocado por el SUTE utilizando la muerte de la docente para justificar el reclamo del regreso a virtualidad en las escuelas ante el aumento de casos de coronavirus.
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Por medio de una carta, los familiares de Farina desmintieron al gremio y aseguraron que la maestra no murió de Covid-19. Además aclararon que Nilda ni siquiera estaba dando clases presenciales ya que era personal de riesgo.
“No usen el dolor de nuestra familia para hacer política barata”, criticaron.
En la misiva que hicieron pública, la familia de la docentes de nivel primario sostuvo que “estaba exceptuada de la presencialidad por una patología de base” por lo que “trabajaba en forma virtual como tantos docentes de nuestro departamento”.
En la sucesión de hechos que desencadenaron en el fallecimiento de la maestra, los familiares indicaron que “se infectó de covid, el virus complicó su salud y pese a todos los esfuerzos que hicieron los médicos del hospital Schestakow, especialmente en terapia intensiva, no pudo recuperarse”.
Pese a ello, al momento de la muerte de Nilda el pasado el viernes “era negativa para Covid, por eso pudo ser despedida por sus familiares y amigos”, indicaron en la carta.
Ante esta situación, los familiares de la seño Nilda mostraron todo su descontento con el SUTE por utilizar su muerte como excusa para convocar a una huelga.
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“No usen el dolor de nuestra familia para hacer política barata”, le reprocharon al gremio docente y a renglón seguido agregaron: “No confundan a la sociedad con datos falsos”.
“Sean honestos y trabajen por los derechos de los docentes dejando de lado los intereses personales”, señalaron en el texto para terminar con un pedido “demuestren honorabilidad para ser creíbles”.