El MendoExit que se agita por estos días luego de las declaraciones del ex gobernador mendocino y actual diputado nacional Alfredo Cornejo quien aseguró que "Mendoza tiene todo para vivir como un país independiente", no es un tema nuevo.
Sin ir muy lejos en 2019 cuando Alberto Fernández se proclamó presidente, los votantes de Cambiemos echaron a correr la idea en las redes sociales de armar rancho aparte con la República del Centro. Los territorios separatistas serían las 5 provincias del centro del país en las que ganó Mauricio Macri: Mendoza, San Luis, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.
Retrocediendo un poco más en el tiempo, en 2016 el empresario mendocino vinculado al turismo y analista político, Hugo Larricchia, lanzó el MendoExit como hashtag junto a un grupo de amigos quienes consideraban que Mendoza podría separarse del resto del país.
Pero en estas movidas separatistas no todos recuerdan que el sur mendocino y San Rafael en particular azuzó la bandera de la independencia para crear una nueva provincia argentina integrada por los departamentos de la región: San Rafael como capital más General Alvear y Malargüe.
Esta intención no fue nada más que un hashtag en Twitter, un meme lanzado en las redes sociales o una declaración de tipo político. Tiene casi un siglo de historia y presentaciones.
En 1928 Augusto Marcó del Pont, historiador de San Rafael, y Juan Pi propusieron convertir al sur en una nueva provincia, destacando precisamente "su potencial socio económico, geográfico, demográfico y cultural".
En los años 50, el entonces presidente Juan Domingo Perón hizo planteos de cambios "geopolíticos" en el país, como dividir a Buenos Aires en tres provincias y a Mendoza en dos.
El entonces legislador por San Rafael, Bernardo Leiva, hizo un planteo en ese sentido y si bien no tuvo eco, nunca dejó de resaltar las virtudes de la región para solventarse por su propia cuenta.
La última patriada fuerte en convertir al Sur mendocino en una provincia más de Argentina fue a principios de la década del '90 con Vicente Emilio Russo al frente del municipio sanrafaelino.
Con el paso de los años, el ex intendente no se arrepiente del planteo y lo defiende. "Fue una idea en un contexto de crisis, de un momento difícil que estaba transitando Mendoza, como ahora", afirmó.
"La idea estaba fundamentada en la distancia entre el oasis sur y el resto de la provincia. Los que vivimos la gestión sabemos que para (los funcionarios de gobierno) venir al sur es todo un drama por la distancia. Además cuesta mucho sostener un sentido de pertenencia a la provincia", agregó Russo.
Para el otrora intendente sanrafaelino "el sur ha sufrido muchas postergaciones con los distintos gobiernos y es preciso que se realice un planteo más fuerte sobre las necesidades. Hay que volver a hablar otra vez de desarrollo estratégico regional, algo que hoy no está, se perdió".
Russo dejó a un lado, solo por un minuto, la idea independentista del sur mendocino y pidió que los líderes políticos y los distintos sectores vuelvan a trabajar en "un modelo de desarrollo regional" pero que además solicitó que "tenga sustento presupuestario" para llevarlo a cabo.
Si el plan estratégico no consigue el eco necesario en las autoridades, al menos estaría el plan B porque "se tendrían los papeles para diseñar y ser una provincia aparte", insistió.
"Creo en el desarrollo minero, el petrolero, la agricultura, también el agua, todo eso tenemos es más, somos la única región con tres río, el Diamante, el Atuel y el Grande que hoy está en boca de todos por Portezuelo del Viento", resaltó el ex jefe comunal.
"Los dirigentes tienen que tener una visión más amplia, no se puede estar solamente pensando en pagar sueldos y tratar de cumplir los servicios. Hoy no hay miradas estratégicas. Por ejemplo, donde están los legisladores por el sur mendocino defendiendo y luchando por los intereses de la región. No pueden ir a levantar la mano nada más", concluyó Vicente Russo.
El dato
En 2007 cuando el malargüino Celso Jaque se convirtió en gobernador y planteó convertir a San Rafael en la capital alterna de Mendoza, Vicente "Chicho" Russo recogió el guante y en 2008, en su rol de senador provincial, presentó el proyecto en la Legislatura y finalmente salió aprobado.
Igualmente las peleas políticas dentro del justicialismo hicieron que en la práctica, la iniciativa quede totalmente desdibujada.