Una postal que se repite en distintos puntos del macrocentro, pero que en Garibaldi y Savio se maximiza porque al ser parada de colectivo acumula durante todo el día la basura de los cientos de usuarios que pasan diariamente por esa intersección.
A fines del año pasado se inició un proceso de recambio de los cestos, pero en algunas zonas todavía no se colocaron los reemplazos. Hecho que derivó en el enojo de los vecinos, que si bien tratan de mantener limpias las veredas, no tienen control sobre los transeúntes.
Según apuntó gente de la cuadra a Vía San Nicolás, hace algunos meses que se retiraron los tachos pero no se pusieron nuevos. Es que ahora a los residuos también se suman las hojas secas, que producto de lluvia forjan aceras difíciles de transitar y tapan las bocas de tormenta.
Cabe destacar que los anteriores cestos eran abiertos y siempre terminaban colapsados por la cantidad de desechos. Por eso, desde el Municipio se tomó la decisión de sustituirlos por otros más chicos y cubiertos en su parte superior. Pero no llegaron a este cruce de calles.