Hace aproximadamente una semana tuvo lugar una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo por el conflicto en la Clínica San Nicolás y hubo un pedido de cuarto intermedio ante el posible desembarco de inversores, lo que podría reabrir el diálogo con aguas ya más calmadas.
En el medio se barajó la posibilidad de hacer una marcha conjunta con dirigentes y militantes de la agrupación Barrios de Pie, pero desde el gremio desalentaron la medida.
"Nosotros no vamos a acompañar esa decisión. Ya nos pasó algo similar con la Clínica Alvear. No vamos a avalar que el conflicto se politice para que determinados sectores salgan beneficiados. Este no es un conflicto político, es un conflicto laboral colectivo", confió a la prensa Mónica Chungo, secretaria general de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (Atsa).
"La gente está pidiendo solamente un sueldo de los nueve meses que hace que no cobran. Hay empleados que se asesoraron con otros abogados y nos parece bien porque es su crédito. Están cobrando a cuentagotas y la situación a esta altura es insostenible", refirió. A ello se suma que los responsables administrativos condicionaron el pago al cumplimiento del desembolso de las prestaciones de PAMI.
El titular de la agencia local, José María Pellegrini, salió enseguida al cruce y desmintió que hubiera retraso: "El problema es que la clínica tiene sus cuentas cedidas y no pudo disponer del dinero hasta tanto no se liberaran los pagos".